La bicampeona olímpica sudafricana Caster Semenya anunció que llevará ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos su conflicto con la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) por la normativa sobre los niveles de testosterona en las pruebas femeninas en las que es especialista.
“Llevaremos a World Athletics al Tribunal Europeo de Derechos Humanos”, anunció la deportista a través de un comunicado emitido por sus abogados, la filial en Sudáfrica de la firma Norton Rose Fulbright.
El mensaje asegura que tanto la corredora como sus abogados mantienen, con “espíritu indomable”, la determinación de plantar cara a la “discriminación”. En ese sentido, agradecen el apoyo institucional recibido en los últimos meses, especialmente desde Sudáfrica y el resto del continente africano, y esperan que ello sirva para que World Athletics vea “el error” que ha cometido y revierta su decisión.
“El creciente número de instituciones que han mostrado su apoyo a la señora Semenya ratifica que no es aceptable exigir a mujeres negras, o a cualquier mujer que se someta a cirugías invasivas o a tratamientos hormonales antiéticos, que restrinjan funciones biológicas naturales para competir”, recalca el texto.
La atleta y sus abogados animan a todo el mundo a “ayudar a crear un mundo más igualitario” mostrando su apoyo a Semenya, tanto con mensajes en las redes sociales como presionando a sus instituciones locales para aplicar los “valores de los derechos humanos”.
“El apoyo popular cuenta mucho para ayudar a mostrar que las reglas de World Athletics van contra el interés público”, añaden.
El del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sería el tercer intento de Semenya de tumbar, por la vía legal, la polémica normativa con la que la Federación Internacional de Atletismo limita el nivel de testosterona en las pruebas en que ella es especialista.
Dichas reglas obligan a las atletas a mantener los niveles de testosterona por debajo de los 5 nanomoles por litro durante un periodo continuado de al menos seis meses para competir en pruebas de entre 400 metros y una milla (unos 1.600 metros). De no hacerlo, las atletas “con disfunciones en su desarrollo sexual”, como las describe World Athletics, debían tratarse médicamente, cambiar de prueba o competir como hombres.
De los casos de atletas con hiperandrogenismo, el de la sudafricana Semenya, doble campeona olímpica y triple mundial de 800 metros, es el más conocido. En los más de dos años transcurridos desde el anuncio de la normativa, la corredora sudafricana ya perdió un proceso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y un recurso posterior ante la Justicia ordinaria de Suiza (país donde tiene su sede el TAS).
Semenya, muy querida en su país y en África, alega que la normativa es discriminatoria, que viola la ética de la medicina y que atenta contra los derechos humanos.
EFE / FútbolUy