Una situación atípica ocurrió este domingo en el estadio Olímpico, donde Rampla Juniors y Progreso empataban 1-1 al cabo del primer tiempo de su partido correspondiente a la cuarta fecha del grupo A del Torneo Competencia. El encuentro quedó trunco y el segundo tiempo nunca empezó.
Lautaro Centurión adelantó a los rojiverdes a los 29’ y Mario García igualó cuatro minutos después. El volante con pasado en Cerro celebró de cara a la cabecera locataria, lo que se interpretó como una provocación de parte de la gente.
Desde el equipo de La Teja se explicó que García festejó el gol justo donde estaba el fotógrafo del club, y que nunca quiso provocar al público picapiedra. Hubo un tumulto, intercambio de insultos y cuatro minutos con el juego detenido.
Ya en el tiempo adicional de la primera mitad, cayó a la cancha una piedra desde la cabecera de Rampla Juniors, lo que obligó a una nueva detención. La primera parte finalizó, pero en la segunda no hubo pitazo inicial.
Los árbitros comunicaron a los equipos que si la gente que estaba atrás del arco no se movía al sector lateral (no hay separación entre esas tribunas), no se podía comenzar, salvaguardando la salud del arquero Lucero Álvarez. La policía lo intentó pero los fanáticos no quisieron moverse de su lugar, por lo que el árbitro Eduardo Varela suspendió el cotejo.