Se terminó el año futbolístico para Peñarol, que cerró un 2022 para el olvido, donde le costó anotar goles y solamente ganó un título de los seis que disputó a los largo de estos once meses.
Jugó un total de 49 partidos en el año, desglosados en 37 por el Campeonato Uruguayo (15 Apertura, 7 Intermedio y 15 Clausura), 6 por Copa Libertadores, 5 de la Copa AUF Uruguay y uno por la Supercopa uruguaya.
Todo comenzó bien, ya que el equipo, dirigido por Mauricio Larriera, realizó gran pretemporada, donde jugó cinco partidos y ganó cuatro, incluido un clásico, y empató el restante, siendo este el encuentro ante Nacional suspendido.
En el verano convirtió ocho goles y no recibió ninguno, algo que ilusionó a los hinchas, pero que terminó siendo un espejismo de lo que sería el resto del año. La primera prueba de fuego llegó el 30 de enero.
Ese día, en el Campus de Maldonado, derrotó 1-0 a Plaza Colonia por la Supercopa y obtuvo el título. Pero ahí comenzaron los problemas, ya que el gol mirasol llegó en el alargue, al minuto 120, y en contra, dejando serias dudas en cuanto al rendimiento.
Comenzó el Torneo Apertura con un punto de los nueve primeros, sin embargo, ganó el clásico en el Campeón del Siglo en la cuarta fecha. Terminó quinto con 26 puntos, producto de siete victorias, cinco empates y tres caídas.
En quince partidos, anotó solamente 10 goles, pero recibió 6, siendo la valla menos vencida. En seis partidos no logró anotar, mientras que en otros nueve logró mantener su arco en cero.
A este mal torneo se le sumó la Copa Libertadores, donde terminó último en un grupo que compartía con Colón de Santa Fe, Cerro Porteño y Olimpia. Hizo 7 puntos, con dos triunfos, un empate y tres derrotas.
Cinco fueron los goles que anotó y seis los que recibió. Logró mantener el cero en un solo encuentro, mientras que en cuatro de los seis pudo convertir, al menos, un tanto.
El Torneo Intermedio parecía ser la salvación, pero acabó tercero con 11 puntos, los mismos que Albion y tres menos que Liverpool y Wanderers. Ganó tres partidos, mientras que sumó dos empates y dos caídas.
Pese a jugar menos partidos, logró convertir 12 goles, pero empeoró defensivamente, ya que recibió 8. En dos partidos se quedó sin convertir, al tiempo que solamente en otros dos no recibió.
El Torneo Clausura fue aún peor, con Leonardo Ramos al frente desde la segunda fecha. Terminó séptimo con sólo 22 unidades, con seis victorias, cuatro empates y otras cinco derrotas. Siguió aumentando sus goles, llegando a 19, pero atrás fue a peor, recibiendo 14 tantos.
En tres partidos no anotó goles, pero de los quince jugados, solamente en cuatro pudo mantener su valla invicta. Esta pésima campaña hizo que acabe sexto en la Tabla Anual con 49 puntos, quedando fuera de Copa Libertadores y viéndose obligado a jugar sólo Copa Sudamericana por segunda vez en tres años. Registró un total de 16 victorias, 11 empates y 10 derrotas, con 42 goles a favor y 30 en contra.
Lo que le quedaba era la Copa AUF Uruguay, que parecía ser el objetivo principal luego del mal año. En tres de los cinco partidos anotó goles, siendo cuatro en total, y recibió solamente uno, que fue en semifinales.
Derrotó a Colón 2-0, a Boston River en penales (4-3) luego de empatar 0-0, a Plaza Colonia 1-0 y acabó con un 1-1 global ante La Luz, ganando 1-0 la ida y perdiendo 1-0 la vuelta, pero cayendo 4-2 en penales.
De esta manera, el Aurinegro cerró la temporada con 21 victorias, 14 empates (una victoria en alargue y otra en penales) y 14 derrotas, anotando 51 goles y recibiendo 37. En 13 de los 49 partidos no anotó, mientras que solamente en 21 mantuvo la valla invicta.