El tema de la semana en muchos hogares uruguayos, escuelas y grupos de WhatsApp, sin importar la edad, fue el álbum de figuritas de la Copa del Mundo. Ese fervor que suele empezar en marzo se trasladó este año a agosto para Catar 2022, que comenzará en noviembre con varios álbumes llenos e innumerables puestos de figuritas en las calles. A esa altura ya todos recordarán que cada sobre cuesta $40 y que incluye cinco imágenes autoadhesivas.
La semana pasada comenzó la distribución del álbum por parte de Portezuelo y paulatinamente llegó a más de 25.000 puntos de venta, más que cualquier otro producto. “No sé si hay otro jugador como Portezuelo que llegue a tantos lugares en una semana”, destacó en diálogo con FútbolUy Nicolás Lerner, gerente de Ventas y Marketing, y representante de Panini en Uruguay.
Nadie se lo quiere perder
“Supermercados de barrio y cadenas, jugueterías, papelerías, farmacias, almacenes y kioscos. Todos quieren tener el álbum. No importa si el comercio es chico, grande, viejo o si abrió recién. Esta semana se completó el 100% de los puntos y en cualquier lugar está accesible. Empuja mucho el producto, la fuerza que tiene, y la experiencia nuestra en la distribución. Le tenemos el pulso muy claro. El Mundial genera que se sumen puntos de venta que normalmente no trabajan el rubro de las figuritas”, contó Gerardo Paciel, gerente de Marketing de Portezuelo.
Largas colas se vieron en los locales de Panini (San José 1192 y stand del Montevideo Shopping) con gente ansiosa por llevarse el álbum, que en esos lugares se entrega gratis con la compra de tres sobres. Ese valor promocional se encuentra en algunos pocos puntos de venta, pero lo más general es el álbum como producto a la venta a $120 en los distintos comercios. Desde el mes que viene habrá una versión muy limitada en tapa dura que se consigue únicamente online o en los locales de Panini a partir de setiembre. “Es para pocos coleccionistas, una versión premium”, explicó Lerner.
Se llena o se llena, pero con figuritas de acá
La colección en Uruguay se completa con 638 figuritas, a diferencia de las 670 de Brasil, Chile, México o Argentina. Un punto a tener en cuenta para aquellos que quieran aprovechar un viaje y comprar sobres en esos países es que hay algunas diferencias en los cromos y algunos que en un álbum uruguayo no encontrarían un lugar donde ser pegados.
“Hay diferencias en algunos detalles de colores y la numeración del álbum también es diferente. En Argentina, por ejemplo, hay una promoción con una marca y una serie de figuritas especiales que acá no se consiguen. Las adicionales para esas 670 de otros países no hay manera de conseguirlas en Uruguay, ni siquiera en el servicio de completado de álbum”, explicó Lerner.
El servicio de completado de álbum es lo que permite a los coleccionistas llenar el álbum cuando faltan pocas figuritas y ya no vale la pena seguir comprando sobres. En ese caso, van a un local de Panini y las compran a $16, pero deben mostrar el álbum para confirmar que las necesitan. “Eso lo aprendimos con la experiencia. Cuando iniciamos el servicio de completado de álbum pasaba que venían a buscar mayor cantidad de determinadas figuritas, como el escudo de Uruguay, Messi o Cristiano Ronaldo, y eran personas que después revendían y alteran un poco el orden natural de cómo está armado”, expresó Lerner.
El mito de “las difíciles”
Si bien siempre se habla de figuritas “difíciles”, Lerner aclara que “Panini es muy serio y realmente imprime la misma cantidad de figuritas de cada número”. “El ensobrado es aleatorio y automático. Realmente es una colección que se completa. Acá hay que hacer trámites en el Ministerio para avalar ante el Gobierno uruguayo que están todas las figuritas”, puntualizó.
“Cuantas menos figuritas te faltan para completar el álbum, más repetidas te van a tocar. Ahí dependerá de tu destreza como cambiador de figuritas. Hay que aprovechar todos los grupos de WhatsApp”, expresó.
Si bien prefieren no hablar de cifras, cada figurita cuesta $8 promedio (cinco en sobres de $40), lo que multiplicado por 638 da $5104. No obstante, ese número es irreal considerando las repetidas, por lo que costear el álbum puede oscilar entre $6000 y $6500.
Hay otras 20 figuritas que no forman parte de la colección y no ocupan un lugar en el álbum. Esas “extras” son futbolistas considerados figuras de esta Copa del Mundo, y aparecerán como una sexta imagen autoadhesiva en algunos sobres de manera aleatoria. Panini realizó cuatro versiones de cada uno de los 20 jugadores seleccionados; en bordó, bronce, plateado y dorado.
Además de esa novedad, hay otra que pasa por el álbum virtual, algo que ya había ocurrido en Brasil 2014 y Rusia 2018, y para lo que se puede utilizar el código que aparece al dorso de cada figurita de papel. Todos los que completen ese álbum hasta el 20 de diciembre participarán en un sorteo a nivel mundial. Habrá 300 finalistas y 200 ganadores. Lo organiza la FIFA con las siguientes bases
La selección de los jugadores y la no aparición de los clubes
La tarea de elegir a los 18 futbolistas que forman una página “es un proceso que lleva mucho tiempo”. “Atrás de un álbum hay mucho trabajo y gente. Panini compra a FIFA los derechos del Mundial y a las asociaciones miembro los derechos de uso de imagen de los colectivos de los jugadores y los símbolos oficiales de cada federación. Es un trabajo que se hace con tiempo y Panini, por las dudas, negocia con muchas federaciones durante las Eliminatorias. También hay un trabajo de edición y diseño”, explicaron.
“La AUF, por ejemplo, pasa una lista amplia de jugadores elegibles para ir al Mundial y por cada selección hay 18. Se busca una combinación entre futbolistas con experiencias y otros que juegan su primer Mundial. La AUF da una base grande y hay un equipo en Panini Italia que se encarga de armar una lista definitiva. Más allá de que nosotros [Panini Uruguay] podemos sugerir, no definimos”.
Una novedad en este álbum, en comparación con todos los anteriores, es que el club donde milita cada futbolista no aparecerá nombrado, algo que inquietó a varios hinchas de Nacional. “Antes de que llegara el álbum teníamos dos preguntas recurrentes de la gente: cuándo llegaba el álbum y si dice que Luis Suárez juega en Nacional”, contó Paciel.
La explicación es lógica y sencilla de entender. “Es por la época del año y por haber un período de pases todavía abierto, ya sabiendo de antemano cuándo iba a ser el cierre de edición. En ediciones anteriores aparecían jugadores que jugaban en un club y al empezar el Mundial se abría el período de fichajes y se iban para otro. Hoy es imposible saberlo. Incluso dentro de la selección uruguaya hay un par de jugadores aún sin equipo”, argumentó Lerner.
El impacto de la clasificación uruguaya y el boom de 2014
Cada álbum genera mayor o menor revuelo dependiendo de la clasificación uruguaya. “La planificación, que lleva mucho tiempo, estuvo un poco detenida a fines de 2021 por la incertidumbre de no saber si Uruguay clasificaba o no. Si bien se vendería bien porque el uruguayo es muy futbolero, la ecuación cambia a la mitad”, señalaron tanto Lerner como Paciel.
“En el Mundial de 2010 hubo un renacimiento del coleccionismo de figuritas, sobre todo del Mundial. Estuvo atado a la campaña de la selección en Sudáfrica 2010 y lo vimos reflejado en Brasil 2014, cuando se rompió el récord absoluto de ventas. Influyó lo logrado en Sudáfrica 2010 y la Copa América 2011. Se dio con números que es muy difícil que se repitan. En Rusia 2018 la venta fue importante, pero no se acercó a esa cifra histórica”, sostuvieron.
El arranque del movimiento para este álbum de Catar 2022 está a la altura de los anteriores. Igualar los números de Brasil 2014 será difícil, considerando además la situación económica del país en comparación con lo que era ocho años atrás, pero el movimiento ya se palpa hasta en las calles. En los recreos de cada escuela, en los distintos grupos de WhatsApp y hasta en las oficinas ya empezó a jugarse el Mundial.