Uruguay venia de conseguir el Sudamericano del año 1923 disputado en nuestro país, a partir de ahí se comenzaron los preparativos para los Juegos Olímpicos del año siguiente que se llevarían a cabo en la ciudad París, ya que Atilio Narancio ("El padre de la victoria") les había prometido que si lograban el título continental los llevaría a la justa mundialista, tener en cuenta que la disciplina fútbol era considerado un mundial dentro del contexto de los Juegos Olímpicos.
Los "celestes" pasaron por diferentes ciudades europeas, donde deslumbraron con su fútbol, llegaron al Estadio Olímpico de Colombes el 26 de mayo donde lo esperaba la selección de Yugoslavia. Los uruguayos aplastaron a su rival con un contundente 7 a 0 (goles: Vidal 20', Scarone 23', Petrone 35' 61', Cea 50' 80' y Romano 58').
Esta clara diferencia y un fútbol espectacular le daban el pasaje a la siguiente ronda donde el 29 de mayo se debía medir contra los Estados Unidos. Nuevamente Uruguay ganó de forma clara, 3 a 0 fue en esta oportunidad. El público local comenzaba a mirar a los orientales con ojos de admiración, en aquella tarde parisina los scorer fueron, Petrone 10', 44' y Scarone 15'.
Llegamos a los cuartos de final. El 1 de junio era la fecha indicaba para que los locales nos esperaran en su feudo, de cara a las semifinales.
Los uruguayos no tuvieron piedad con los anfitriones. Nuevamente un resultado holgado dejando en claro quién era el claro favorito en el certamen, 5 a 1 fue el scorer, donde los goles fueron conseguidos por Scarone 2' 24', Petrone 58' 68' y Romano 83'.
Llegamos al 6 de junio, día para las semifinales entre Uruguay y Holanda. Fue victoria oriental, el partido más difícil que tuvo la "celeste", al punto de tener que doblegar el scorer ya que a los 32' Pijil había adelantado a los holandeses. Pero Cea a los 62' y Scarone a los 81' colocaron a los uruguayos en la final del mundial y de la pelea por la medalla de oro.
En la otra semifinal había sido triunfo de Suiza sobre Suecia por 2 a 1, de esta manera el 9 de junio se verían las caras, uruguayos y helvéticos.
Como en todo el torneo, el Estadio Olímpico de Colombes sería el escenario de la gran final mundial. Uruguay formó con Mazali, Nasazzi, Arispe, Andrade, Vidal, Ghierra, Urdinarán, Scarone, Petrone, Cea y Romano.
Los celestes, como en casi todo el campeonato, fueron muy superiores a sus rivales de turno y Suiza no sería la excepción. Petrone a los 9', Cea a los 65' y Romano a los 82' fueron los que sellaron la victoria de Uruguay por 3 a 0, logrando de esta manera, el mundial y la medalla de oro, sumado a la gran admiración del público que tuvo la posibilidad de ver es estos uruguayos que dieron cátedra en el viejo continente.
Fue tanto lo que generaron en la afición, y la ovación fue tan grande, que como forma de reciprocidad para con el público, los uruguayos dieron una vuelta alrededor de la cancha saludando y retribuyendo el cariño recibido. Seguro que nunca se imaginaron que ese sería el nacimiento de la famosa "Vuelta Olímpica", ese ritual que todo campeón realiza como forma de coronación del objetivo cumplido.
Por Juan Pablo Taborda
@jptaborda74
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