El presidente de Peñarol, Juan Ignacio Ruglio, analizó el triunfo aurinegro 1-0 ante Montevideo Wanderers por la decimosegunda fecha del Torneo Apertura, se refirió a la incidencia con el Tony Pacheco al término del partido y contó lo más importante a nivel sanitario acerca de Guillermo de Amores y Javier Méndez.
Sobre la victoria de este sábado por la noche en el Campeón del Siglo, expresó a los medios: “Era necesaria por nosotros mismos. Ganar, sacar diferencia, y, sobre todo, mantener la tranquilidad de intentar ir a buscar el Apertura, era importante. Después, que se de un resultado como el de ayer (la derrota de Nacional 4-1 ante Fénix), y que Progreso se cruce con Defensor, también son cosas importantes”.
“El cómo siempre es importante. Lo que pasa es que al medio de un viaje como el que veníamos de Venezuela, un partido en el que la cancha estaba muy húmeda y el pasto altísimo, y ahora jugando contra Mineiro el martes, creo que el cómo queda un poco de lado. Esa es la realidad. El cómo siempre es importante, y más a esta altura del año, porque, cuanto mejor juegues, más chances tenés de ganar”, agregó.
Tras la incidencia con Antonio Pacheco, en la que el último gran referente mirasol evitó el abrazo con el máximo mandatario carbonero (situación que se hizo viral en redes), consultado por la prensa sobre si había sucedido un inconveniente puntual, respondió: “Nada de eso. Nada más lejos. Cosas de ir a saludarlo y de que habíamos bajado de la cancha a entregarle una plaqueta. Me dijo que estaba contento. Venían gritándose los jugadores entre ellos”.
Con respecto a De Amores, contó que será baja “entre seis y ocho semanas”, y que no se operará. “Enseguida que terminó el partido, avisó que sintió como que estaba rompiendo. Ya vimos qué se venía. De hecho, esa noche, empezamos a planificar el contrato de [Kevin] Morgan, para estar cubiertos. Se viene lo de la selección, entonces había que ver si estaba Randall [Rodríguez]. Ya sabíamos que [Washington] Aguerre estaba bien. Fuimos tomando medidas a medida que veíamos que se agravaba la cosa. No va a ser con operación. Aparentemente, va a soldar solo”, mencionó.
Además, Ruglio dijo que Javier Méndez “está mejor de lo que se preveía”. “Es un desgarro chico. Los médicos tienen mucha fe de que lo tengamos contra Rosario. Va a tener que estar mínimo diez días parados, y hay grandes chances de que contra Rosario llegue”, añadió.
Y concluyó refiriéndose al “reclamo de justicia” por parte de la familia de Ignacio Suárez, hincha mirasol fallecido un año atrás en el Campeón del Siglo: “Una madre y una familia que perdió a un hijo va a intentar hacer todo lo posible para saber en qué condiciones lo perdió. No estamos hablando de una cosa normal; es perder a un hijo. Lo que hagan ellos, para nosotros va a estar bien. Si yo estuviera en el lugar de la familia, haría las mismas cosas. Le entregamos al primer abogado y a Fiscalía todo el material que teníamos”.