Ignacio Ruglio, presidente de Peñarol, explicó la llegada de Diego Aguirre a la dirección técnica cuando se esperaba por Marcelo Broli. Él mismo había dicho, cuando se dilató la negociación con el exseleccionador de la sub-20, que lo seguía considerando “el indicado”, pero la demora en recibir una respuesta tras no haber llegado a un acuerdo económico fue la clave.
“Habíamos avanzado con Broli. Después se demoró un poco la respuesta y empecé a presionar un poco porque no tenía tanto tiempo para esperar una respuesta sobre una negociación que no estaba tan lejos. Había que acercar un poco las partes”, comentó el máximo directivo carbonero al programa 100% deporte de Sport 890. “Fue más por la demora que por lo económico, que lo íbamos a terminar acercando”, puntualizó.
“Se demoró un poco la última respuesta de la noche del lunes. Me dijeron que recién me iban a responder el martes de tarde después de un almuerzo entre Broli y su gente. Le comenté que ya no tenía ese tiempo porque Peñarol este viernes se juega la punta de la Tabla Anual. Metí la cabeza en la almohada y tenía que tomar resoluciones rápido”, agregó Ruglio, quien el martes a las 5:42 de la mañana le escribió un mensaje a Diego Aguirre.
Se activó el plan B: Diego Aguirre
“Ya había estado hablando bastante con Diego en estos dos años, y últimamente había cruzado algún mensaje. Convoqué al consejo directivo para el martes a las 9, expliqué que se estaba demorando lo de Broli y que lo que quería era el bien para Peñarol”, comentó, y valoró haber recibido el respaldo del resto de los directivos.
“Otra gente había nombrado a Aguirre y cuando hablé con él estaba para venir. Era un técnico que a Peñarol lo podía llenar de ilusión también. Les dije que yo no estaba ahí para imponer solo mis ideas y todos me dijeron que me iban a acompañar, fuera Broli o Aguirre. Uno a uno les pedí las opiniones y la mayoría los veía con buenos ojos. Lo de Aguirre generaba una ilusión especial”, agregó.
“Diego me había dicho que fuera 10:30 a la casa y arranqué. A los 10 minutos de estar sentados en el comedor, me dijo: ‘Es mi momento en Peñarol. Se alinearon los astros. En dos años me viniste a buscar cuatro veces y siempre tuve que decirte que no. Parecía que era una cosa que tenía que ver con la política y no era así. Yo quería llegar. Ahora acabás de ganar y me venís a buscar de vuelta. Tenés mi sí en las condiciones que me digas. No voy a poner ninguna condición para llegar a Peñarol’. Y nos fuimos a recorrer la ciudad deportiva”, narró.
Ruglio valoró que “Aguirre estaba todo erizado” en esa recorrida por la ciudad deportiva aurinegra. “‘Llamá y anunciame ya, y después arreglamos el resto de las condiciones, pero quiero que sea mi vuelta a Peñarol y soñar en grande’, me dijo. Cuando quisimos acordar ya se había precipitado todo y les grabé un audio a mis compañeros de Consejo Directivo”, contó.
“Encontré a un Diego Aguirre y a un Consejo Directivo diciendo ‘vamos para adelante’, y lo cerramos”, destacó Ruglio.