Los
jugadores de la selección de rugby de Sudáfrica, los Springboks, desfilaron hoy
por las calles de Pretoria en el inicio de una gira por todo el país, tras
lograr el pasado sábado en París su cuarta Copa del Mundo.
Con sus medallas colgadas al cuello, los campeones fueron
recibidos por el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, en los Unión
Buildings, la sede del Gobierno.
“El sábado por la noche, en el Estadio de Francia, salieron
del campo de la victoria y se convirtieron en leyendas”, afirmó Ramaphosa, que
esta semana declaró como día festivo el próximo 15 de diciembre para celebrar
el “histórico” logro de los Springboks.
“Nunca en la historia de la Copa del Mundo de Rugby ningún
equipo había levantado el trofeo en cuatro ocasiones. Hasta ahora. Al hacerlo, levantaron
el ánimo de una nación entera y nos llenaron de orgullo”, añadió el jefe del
Estado.
Miles de personas llenaron las calles de Pretoria para saludar al equipo, que desfiló en un ómnibus descapotable amarillo.
“Pueblo
de Sudáfrica, nosotros como equipo, hemos decidido dedicarles esta copa del
mundo. Son la razón por la que estamos donde estamos hoy”, afirmó el capitán
del combinado nacional, Siya Kolisi.
El multitudinario recibimiento en la capital fue el punto de
partida de una gira que llevará esta semana a la selección a otras ciudades
como Johannesburgo, Ciudad del Cabo, Durban y East London.
A pesar de los graves desafíos que aún enfrenta Sudáfrica
casi tres décadas después de sus primeras elecciones democráticas en 1994, como
la extrema desigualdad, el desempleo o la criminalidad, la selección nacional
de rugby es uno de los grandes ejemplos positivos de cambio e integración en
los últimos 30 años.
Aunque el equipo sudafricano, tricampeón del mundo hasta la
victoria del sábado (1995, 2007 y 2019), era antes asociado sólo con la minoría
blanca que controló el país durante el régimen segregacionista del apartheid,
el combinado es ahora un símbolo de unidad nacional.
El momento más determinante para este cambio ocurrió en 1995,
cuando Sudáfrica fue anfitriona del primer mundial en el que se alzó campeona y
Nelson Mandela, el primer presidente negro del país, apareció en la final
vestido con la camiseta verde y oro de los Springboks en un gesto que unía al
país más allá de las razas.
Tras la victoria del pasado sábado ante Nueva Zelanda por
12-11, Sudáfrica se convirtió en el país con más copas del mundo de rugby.
EFE / FútbolUy