Tras ser operado en Finlandia este miércoles de una avulsión del tendón del aductor largo del muslo derecho, lesión sufrida el pasado viernes en el amistoso de la selección uruguaya contra Irán, Ronald Araujo llegó a Barcelona el jueves ya con la mente puesta en la recuperación.
El futbolista arribó en silla de ruedas (con algunas horas de retraso a raíz de una huelga de controladores) y recibió la voz de aliento de decenas de hinchas y reporteros que estaban en el lugar. El club no manejó cuándo volverá a jugar, limitándose al característico “su evolución marcará la disponibilidad”.
Si bien los primeros vaticinios no son auspiciosos, pensando en la Celeste, dado que manejan un período de inactividad que oscila entre dos y tres meses, el jugador mantiene intacta la ilusión de jugar la próxima Copa del Mundo. Acelerará lo máximo posible los plazos para el reintegro a la actividad.
Si bien la zona afectada presentó un desgarro levemente mayor al que se detectó con los primeros estudios, la intervención fue exitosa. Y en el mejor escenario posible, podría reiniciar los entrenamientos a mediados de noviembre, por lo que Diego Alonso lo esperará para llevarlo a Catar.
En el escenario más optimista, el defensor riverense de 23 años se perdería los partidos del 24 de noviembre ante Corea del Sur y el del 28 contra Portugal, y podría estar a la orden en el cierre de la fase de grupos del Mundial, que será el 2 de diciembre contra Ghana.