La posibilidad de que Roman
Abramovich deje de ser dueño del Chelsea es cada vez mayor. A los problemas que
enfrenta el magnate ruso con el Reino Unido se unió la intención declarada de
un multimillonario suizo de hacerse con el club si Abramovich tuerce su brazo y
vende el club.
Hansjörg Wyss, que cuenta con una fortuna superior a las
4.000 millones de libras, se ofrecuñi a negociar por el club de Stamford Bridge
en lo que podría indicar un cambio de rumbo total del campeón de Europa.
“Abramovich está intentando vender sus activos en Inglaterra
y también quiere deshacerse rápidamente del Chelsea”, comentó Wyss en el
periódico suizo Blick. “El martes, tres personas y yo recibimos un oferta para
comprar el club. Ahora tengo que esperar cuatro o cinco días. Abramovich pide
demasiado y, como sabes, el Chelsea le debe 2.000 millones o así, pero no
tienen dinero para pagarle”, expresó.
El suizo se refiere a los más de 1.500 millones que
Abramovich le prestó al Chelsea desde que lo compró por menos de 100 millones
de libras en 2003. Desde su llegada, siendo uno de los primeros
multimillonarios en desembarcar en el fútbol europeo, el Chelsea pasó de ser un
equipo más de la parte noble de Inglaterra a uno de los grandes del continente,
con 18 títulos bajo su mandato, incluidas dos Champions Leagues.
Pero la guerra de Rusia en Ucrania trastocó un liderazgo que
cerró un círculo hace unas semanas en Abu Dabi, con la conquista del Mundial de
Clubes. El último título que faltaba en el palmarés de Abramovich y quizás el
último, en general.
Su complicada situación en el Reino Unido, que no le renovó
el visado de inversor en 2018, se recrudeció en los últimos días a raíz de su
estrecha y siempre negada relación con Vladímir Putin. Desde la Cámara de los
Comunes se acusó a Abramovich de ser un estrecho colaborador de Putin y se pidió
que se le incauten los bienes que posee en el Reino Unido, como la mansión de
más de 150 millones en el centro de Londres, y no se le permita dirigir un club
como el Chelsea.
El diputado Chris Bryant alertó este martes de que el magnate
está empezando a buscar compradores para sus activos y que hay que actuar
rápido en materia de sanciones. Las palabras de Wyss solo confirman esto.
“Puedo imaginarme dirigir el Chelsea junto a algunos socios,
pero tengo que mirar las condiciones generales primeros. Lo que seguro que no
voy a hacer es meterme en algo como esto solo. Si compro el Chelsea, será con
un consorcio de seis o siete inversores”, dijo Wyss.
La decisión de Abramovich de dejar la administración en manos
de la fundación del club, que tiene dudas sobre este movimiento, es otro
indicio más de la cada vez mayor distancia con la que el ruso ve el club que manejó
en los últimos 14 años.
Wyss, de 86 años, labró su fortuna en la multinacional médica
Synthes y se caracterizó en los últimos años por sus grandes donaciones a obras
benéficas y medioambientales. Según reportó el New York Times en 2018, su
aporte a obras a favor del medioambiente se eleva por encima de los 1.000
millones de euros.
EFE / FútbolUy