Internacional de Porto Alegre lleva ya tres partidos disputados en el Campeonato Gaúcho, pero Sergio Rochet todavía no jugó ninguno. “Estoy entrenando doble horario hace casi dos semanas a causa de que tuve una molestia en la parte de la costilla, donde tuve una fractura el año pasado y no tuve parate”, contó el arquero uruguayo al programa Fuera de juego, de Carve Deportiva.
El guardameta palmirense de 30 años aseguró que el hecho de seguir jugando en 2023, pese a esa lesión, “fue por decisión propia y porque el momento del club, en aquel momento, lo ameritaba”. “Estábamos peleando el descenso, y uno siempre quiere estar”, dijo, pero aquel esfuerzo le pasó factura y hoy está compensando.
“Ahora coordinamos con la sanidad y quedamos en que lo mejor era dar una pausa a los golpes y caídas, y estoy entrenando más que nada fuerza de piernas, y ahora empecé a correr para no perder estado físico. Esa molestia, como no había llegado a cerrar 100% la costilla, me estaba incomodando al tirarme y al hacer ejercicios de arquero. Más que nada es precaución ahora, porque después, cuando arranca el Brasileirão, es bastante largo”, explicó.
El año pasado podía seguir jugando solo porque “soportaba el dolor”. “Yo no soy de tomar mucha medicación. Las primeras semanas usaba protección, pero a la tercera voló todo porque igual sentía el dolor. Me permitía atajar, pero era incómodo porque estar con un dolor permanente no es lo ideal para un jugador profesional”, recordó.
La selección y Bielsa
No obstante, aclaró que aquel dolor no tuvo nada que ver con su ausencia en el partido de Eliminatorias frente a Colombia. “En Colombia me agarró un virus que me mató. El día antes del partido estuve en cama y no me podía mover. A los dos días me recuperé, y si bien no estaba al 100% de energías, pude jugar contra Brasil”, recordó.
Respecto a la selección uruguaya y a Marcelo Bielsa, dijo que “tiene una forma de ser diferente a otros entrenadores”. “Es un entrenador que te da muchas herramientas. Quizás de afuera se ve que el trato no es tan cercano, pero en el momento que estás ahí, te trata de ayudar y de darte todas las herramientas. En el día a día la convivencia es buena, y es exigente al momento de entrenar y de estar descansando”, explicó.
“Me sorprendió que está en todos los detalles, aun fuera de la selección. Está pendiente de lo que hacés en tu club, fin de semana a fin de semana. Por mi parte, me toca comunicarme con Carlos Nicola [entrenador de arqueros], pero está pendiente de las mediciones, de lo que hiciste y de lo que no hiciste. Es un trabajo que nunca había sentido con otros entrenadores. Nicola siempre está preguntándonos cómo nos sentimos y cómo estamos trabajando”, contó.
Con Bielsa tuvo que retomar su juego de pies, algo que dejó “un poco de lado” después de pasar por el fútbol neerlandés. “Ahora con Bielsa retomamos ese tema, que es importante para su idea de juego […] La idea principal es salir de abajo, pero como se notó en algunos partidos como contra Brasil y Argentina, cuando hubo que tirar algún pelotazo para arriba, lo hicimos y no pasó nada”, agregó.