Más que entretenido partido llevaron a cabo River y Danubio en el Parque Saroldi, cotejo que se cerró con triunfo para los locales por 2-1 con gol sobre la hora.
Desde el primer momento ambos equipos miraron el arco de enfrente y más allá de algunos desajustes en la zona de contención en media cancha, el resultado fue un trámite de ida y vuelta y con muchas aproximaciones a las áreas.
Después de un lapso de 15 minutos parejos, donde ninguno se adueñaba del balón, el equipo danubiano comenzó a ser más incisivo en las llegadas y lastimó sobre todo por el lado izquierdo.
Las subidas de Saracchi, Grossmuller que se tiraba sobre ese lado, la presencia de Barreto y Olivera complicando a la zaga de River, todo fue construyendo una parte inicial donde la visita se encontró más cómodo y generó más peligro.
El gol de los dirigidos por Luis González llegó a los 39', justamente por un centro del sector zurdo que Juan Manuel Olivera mandó de cabeza a la red.
Minutos antes River dispuso de un penal bien cobrado por Ferreira tras mano de González en el área. El remate anunciado y débil de Santos fue desviado al córner por el arquero Torgnascioli contra el palo izquierdo. Con el 1-0 parcial a favor de Danubio se fueron al descanso.
En la segunda mitad el que salió con un poco más de decisión fue el conjunto darsenero, que tuvo su chance para el empate sobre los 8 minutos.
Otro penal sancionado por el árbitro, este algo más polémico ya que la pelota que da en el pecho y luego en el brazo de Olivera fue totalmente sin intención, dio al Morro García la posibilidad del 1-1.
A partir de ahí River tomó la iniciativa, manejando mejor la pelota y jugando la mayor parte del tiempo en cancha contraria. El ingreso del brasileño Marquinhos fue interesante en los de JR, que controlaban pero no podrían desnivelar el marcador.
Por su parte Danubio en la respuesta encontraba opciones de peligro y en un par de ocasiones, Barreto y Olivera estuvieron cerca de batir a Nicola Pérez.
El empate parcial no conformó a ninguno de los dos, que siguieron buscando en el tramo final pero sin la misma claridad. Pero River tenía una bala más y disparó cuando ya estaban jugando el tiempo adicional.
Un ataque comandado por Gorriarán en el que llegan cuatro hombres de la dársena a pisar el área rival, termina con un cabezazo del Morro García junto al palo que decretó la victoria del equipo local de manera agónica. Tercer triunfo consecutivo de River Plate, que viene de menos a más en el Apertura.