Rentistas: “El resultado fue injusto”, reconoció Cappuccio tras vencer a Liverpool

“Fue muy emocionante y duro, con un resultado injusto. Liverpool hizo todo para llevarse el partido. En los primeros 10 minutos los incomodamos un poco y enseguida Marcelo (Méndez) resolvió esa incomodidad que le provocamos con un cambio táctico. Después de la expulsión (de Guillermo Fratta), mucho más”, reconoció Alejandro Cappuccio, entrenador de Rentistas, en diálogo con el programa ‘Hora 25’ de Radio Oriental sobre el triunfo de su equipo por penales en la semifinal del Campeonato Uruguayo frente al campeón del Torneo Clausura.

“En los primeros 10 minutos salimos a marcar a sus zagueros y a Fabricio Díaz, tratando de quitarles y convertirles como había pasado en el Apertura y en el Clausura. Los incomodamos y logramos que ellos tuvieran que saltear líneas, aunque no generamos situaciones de gol. Marcelo, muy inteligente, puso a Díaz entre los zagueros y subió a Camilo Cándido y Federico Pereira, entonces eran cuatro contra tres en el medio y empezaron a salir jugando”, explicó.

“Por ese cambio táctico tuvimos que reacomodarnos en un 4-1-4-1 con un bloque más bajo y mucho más sufrido. Sabíamos que jugábamos contra el mejor equipo del momento, con un entrenador que tiene un crecimiento exponencial, con un club que viene haciendo las cosas muy bien, con el goleador del campeonato, con el mejor volante del campeonato y el mejor lateral izquierdo del campeonato, además de un funcionamiento colectivo espectacular”, analizó.

Liverpool: “Un equipo que juega al fútbol enserio”

“Lo que pasa es que enfrente tenía a un equipo que tiene sentimiento de pertenencia al club y al grupo. Son animales competitivos con una capacidad de emocionarse muy grande y un cumplimiento de rol táctico que supera la media. Defendieron a morir durante 90 minutos con un jugador menos e incluso en desventaja y faltando 10 minutos salieron a buscarlo con mucha vergüenza. Sí tenemos claro que fue con poco fútbol y por eso el resultado fue injusto. No merecimos ganar pero hicimos todo por ganarlo”, admitió Cappuccio.

“Teníamos alternativas; salir a vender un producto y tal vez comernos tres goles, o tratar de resolver el partido de la forma que más nos sirviera aunque estéticamente sabíamos que no era la adecuada. Liverpool es un equipo que, para agredirlo, tenés que robarle la pelota, pero si te regalás te pasa lo que le pasó a Nacional”, sostuvo, y consideró que la principal virtud de sus dirigidos fue “tapar líneas de pase en el último cuarto de cancha de ellos”. “Los dejamos venir pero había una zona en que, si entraba un pase, quemaba”, comentó.

“Había que cortar líneas de pase y equiparar uno a uno con uno sobrando en el lado fuerte, liberando el lado débil. Liverpool, desde Paulo Pezzolano, juega un juego de posesión. Lo continuó Román Cuello y lo siguió mejorando Marcelo. Estamos ante un equipo que juega al fútbol enserio, con un nivel de entendimiento del juego superior a la media en Uruguay. Si puede mantener ese equipo está llamado a ganar muchas cosas”, vaticinó.

El alargue fue más llevadero y los cambios cambiaron

Cappuccio coincidió en el análisis respecto a que cuando menos sufrió fue en el alargue. “A medida que los ataques de Liverpool no terminaban como ellos querían, inevitablemente empieza el fastidio (en el rival). Y no sólo el fastidio, sino también un poco de temor porque de los dos remates que hicimos, uno fue gol. Y a esa altura el que hacía el gol ganaba. Ahí empiezan a jugar aspectos emocionales que hacen que cada futbolista juegue un poco más tenso y no quiera perder”, señaló.

“Estábamos cómodos en defensa y nunca estuvimos cómodos en ofensiva. Hubo varios jugadores que corrieron más de 13 kilómetros y con sprints de alta velocidad. Dejaron la vida y ese es el premio. Para ganar una serie larga o para jugar un Clausura cada tres días, no te da”, reconoció, y ponderó a dos de los que ingresaron desde el banco de suplentes y fueron protagonistas del gol.

“Teníamos jugadores que han jugado todo el año y los guardamos para poder cambiar el partido si las cosas no se daban. Salomón Rodríguez viene de 23 goles en cuarta división y con 20 años lleva cinco o seis en Primera División. Franco Pérez está en el proceso sub-20 de Uruguay. Han tenido muchos minutos en el Clausura e Intermedio, y pese a ser jóvenes ya tienen más de 25 partidos. Eso los hace estar maduros para estos momentos y para definir como definió Franco o para postearse como hizo Salomón”, destacó.

Nicolás Rossi, el héroe de la noche, “se merece todo porque nunca se quejó de nada”

Consultado por el arquero Nicolás Rossi, que fue figura en los 120 minutos y contuvo tres penales, destacó antes a Yonatan Irrazábal, quien era duda por lesión. “El Mono es un gran arquero, un gran tipo y un profesional. Por algo se animó a decirnos que le dolía. Tuvo un acto colectivo de grandeza increíble”, valoró.

“Rossi está desde los 13 años en el club, no para de entrenar y fue clave en el Apertura tapando un penal en la hora contra Boston River y atajando un montón contra Deportivo Maldonado. Cuando nos estábamos jugando el descenso en los últimos partidos del Clausura fue figura”, ponderó.

“Es un chiquilín que la viene remando de atrás y con muchas dificultades. Se merece todo porque nunca se quejó de nada y entrenó como un caballo. Eso también es mérito de Nacho Bordad, el entrenador de arqueros”, agregó sobre su arquero de 22 años, uno de los “muchos jóvenes con experiencia que tiene el plantel”.

El pizarrón del alma y lo que viene contra Nacional

Consultado por el pizarrón que utilizó para motivar a sus dirigidos, recordó: “Esto arrancó en la final del Apertura (ante Nacional), cuando usamos el pizarrón en el Centenario y pusimos que teníamos una hermosa posibilidad de hacer historia. Cuando volvimos, que ganamos, tachamos eso y escribimos ‘hicimos historia’. Es un pizarrón del alma, un pizarrón colectivo”, contó.

“Esta vez se le entregó un lápiz a cada uno antes del partido y pusimos eso; que era la cuarta página. Ya habían logrado el ascenso, el Torneo Apertura y la clasificación a la Sudamericana. Teníamos una hermosa posibilidad de escribir la cuarta página; la de la Libertadores. Cuando terminó el partido, entre cánticos, llantos y risas, pedí por favor a cada uno que firmaran esa página porque habían hecho historia de nuevo”, narró.

De cara a lo que viene, tras elegir jugar en el Complejo Rentistas y no en el Centenario, dijo que “la ilusión está intacta” por tener “animales competitivos”. “Con eso, y mejorando la parte futbolística, vamos a dar pelea. Sabemos que jugamos contra el campeón uruguayo y lo que se juega Nacional, pero tenemos con qué neutralizarlo y con qué agredirlo. Los partidos dirán hasta dónde nos da. Creo que llegaremos bien al domingo. Tal vez con alguna baja, pero con entereza emocional y ganas de escribir otra página”, concluyó.