Remo coastal uruguayo se prepara para el Mundial de Italia repleto de ilusiones

El remo costal es una modalidad que cada vez toma más fuerza a nivel mundial, al punto que es una de las nuevas disciplinas que se integrará al calendario olímpico para la cita olímpica de Los Ángeles 2028.

Esta especialidad utiliza botes de entre 35 y 130 kilogramos con categorías que se fueron popularizando e imponiendo para el remo competitivo y se realiza en el mar, donde también juegan otros factores como las olas.

Entre el próximo 13 y 15 de setiembre en Génova, Italia, se realizará el Mundial donde Uruguay estará representando por dos deportistas: Marco Sarraute y Tatiana Seijas.

A competir

Sarrute, múltiple medallista internacional en el remo convencional, es uno de los principales referentes de esta actividad, siendo medallista de oro en la Copa América de 2023 en Perú y en los Juegos Sudamericanos de Playa en Santa Marta, Colombia, en el 2023.

El coloniense participará en la modalidad beach sprint en tierras tanas: “Un bote oceánico, más ancho, en una competencia de 500 metros. Hay que iniciar corriendo por la arena, subirse al bote, remar esquivando boyas en slalom, desembarcar y volver a correr hasta la meta”.

“Es una disciplina que cambia mucho en su entrenamiento previo”, explicó a FútbolUy, para ir a más: “Es muy explosiva, se trabaja mucho en potencia, además de los trabajos en el agua”.

El beach sprint tiene la particularidad además que es una prueba eliminatoria de uno contra uno: “Donde se cruzan por tiempos, es decir, los mejores clasificados comienzan enfrentando a los de menor registro”.

Uruguay adquirió botes de remo coastal hace un tiempo atrás, pero los mismos aún no están a disposición para su uso en nuestro país, lo que que hará que Sarraute recién tome contacto con ellos algunos días antes de la competencia en la sede del evento: “Eso complica porque hay particularidades que hay que trabajar y entrenar, lo que tendremos que hacer contrarreloj en Italia”.

“Creo que estamos capacitados para estar entre los primeros ocho”, un objetivo ambicioso que tiene que estar acompañado además con un poco de suerte: “Es un factor que también se hace presente ya que juega la influencia de las olas, e incluso en competencia se rompen muchos remos por esto y eso complica”.

El remero que se recibió de nutricionista y sigue cursando sus estudios en la Facultad de Medicina, tiene como gran apuesta llegar a los Juegos Olímpicos: “Un camino que es largo, pero que voy a recorrer en pos de cumplir el gran sueño de todo deportista”.