El remero Martín Zócalo, a principios de marzo se ganó su lugar en el selectivo para representar a Uruguay en el Preolímpico que otorgaba cupos para la cita de Tokio y se iba a realizar en abril en Río de Janeiro, algo que por la crisis sanitaria quedó por el camino.
El tiempo de aislamiento social fue pasando y los Juegos Olímpicos pasaron para mediados del 2021, mientras que el evento clasificatorio se reprogramó para enero del año entrante, algo que Zócalo tomó como medida para nunca bajar la intensidad de los entrenamientos y cada día crecer un poco más.
"En mi cuarto, sobre un remo que tengo en la pared con las medallas conseguidas en mi carrera, puse un cartel que dice: ‘objetivo Tokio 2021' y cada día que me levantó lo miro para cargar pilas y entrenar al máximo", contó entrevistado por FútbolUy.
Con 19 años recién cumplidos, utilizó este tiempo de paralización de actividades para hacer una rutina que lo llevara a mantener un camino sostenido: "me levantaba a las seis de la mañana para hacer trabajos aérobicos, sobre el mediodía hago la parte fuerte del entrenamiento en el regoergómetro y de tarde era el turno de la sesión de pesas".
El remoergómetro es una máquina que permite realizar una simulación de la acción de remar y es clave para el entrenamiento: "en este tiempo baje dos veces el récord nacional de la modalidad en una distancia de 2000 metros (que son en las que se hacen las regatas), primero con un crono de 6:03.08 y luego bajando a 6:01:06. Eso me demostró que veníamos muy bien".
A todo ello, Zócalo le suma sus estudios, ya que se encuentra cursando el primer año de la Facultad de Ingeniería Mecánica: "y no se puede descuidar ese aspecto tampoco".
Buenas nuevas
La resolución de la prefectura que marcó que desde el viernes 8 de mayo se podían despachar embarcaciones, abrió la puerta para volver al agua, un paso importante y muy deseado para el remero.
"Cuando me avisaron que íbamos a entrenar en Lago de Calcagno fue una gran alegría impresionante, volvíamos a nuestro hábitat natural", contó.
El uruguayo para llegar al centro de entrenamientos hace unos cincuenta minutos de bicicleta y luego junto a algunos compañeros, todos comienzan los trabajos en botes individuales.
"Somos un grupo de cinco deportistas que se complementa con Bruno y Romina Cetraro, Felipe Kluver y Leandro Rodas, más el entrenador de la selección, Osvaldo Borchi. Todos cuidamos al máximo el cumplimiento de las medidas sanitarias exigidas y tenemos la precaución plena a la hora de la higienización de los materiales", explicó.
"Lo que más me faltaba era entrenar y corregir la técnica, porque en el regoergómetro tenés estabilidad plena y no hay factores climáticos que te afecten. Cuando entré el primer día al agua, se movía todo el bote, estaba duro, pero con los días todos nos fuimos ablandando y consiguiendo lo que buscabamos".
El sueño grande
"Desde el día siguiente a ganar el selectivo para representar a Uruguay en el Preolímpico, no dejó de pensar y soñar en una cosa: Tokio 2021", contó Zócalo sobre el gran objetivo que tiene por delante.
"No será fácil, es cierto, pero estoy haciendo todo para intentar llegar a mi máximo potencial y pelear con uñas y dientes la posibilidad de clasificar a los Juegos", aseguró.
Consultado sobre las próximas competencias y la incertidumbre que esta situación conlleva, explicó: "en principio se reprogramó un Sudamericano para diciembre en Paraguay y el Preolímpico sería a finales de enero en Río de Janeiro, obviamente que esas fechas están marcadas con resaltador en el calendario".
En la modalidad single abierto del Preolímpico habrá cinco cupos en pugna para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en cada rama.