El entrenador de Nacional, Álvaro Recoba, hizo una breve reflexión de su ciclo al frente del plantel principal tras el 1-1 con City Torque que finalizó la actuación en el actual Uruguayo, se refirió a su futuro y aseguró: “Está en manos de la Directiva”.
“Queríamos un equipo que fuera para adelante”, comenzó diciendo Recoba en conferencia de prensa, y mencionó: “Fue una pena sacar a [Diego] Zabala, no podíamos jugar con Didi de lateral cuando echaron a Charly [Leandro Lozano]. Ahí recibimos la expulsión y el gol, pero el equipo supo sufrir, tuvimos chances de perder y ganar”.
“Antes del partido les pedí a los jugadores que queríamos dos cosas: despedir de la manera que se merecía el Chory [Gonzalo Castro] y, al mismo tiempo, que Renzo [Sánchez], que hace nueve meses que no jugaba, pudiera volver a la cancha. Se dieron las dos y aunque no se ganó, se dejó el corazón”, amplió.
“Torque es un equipo muy complicado, que por el tipo de jugadores que tiene es difícil que esté acostumbrado a pelear el descenso”, reflexionó más tarde, y continuó: “Fue un partido chivo, la única manera era corriendo, dejando la vida, intentando. Nosotros lo hicimos, también como cuerpo técnico desde el primer día que llegamos, donde tratamos de generar una energía positiva, que era la única forma de salir. Hubo partidos donde nos superaron, pero bueno, este equipo venía golpeador hace siete u ocho meses. Yo me voy tranquilo por las enseñanzas que me dejaron”.
El balance
Recoba, consultado por el balance que realiza de su gestión al frente del equipo en los casi dos meses al mando, comenzó diciendo con una sonrisa: “Mirá, si sigo a este ritmo voy a desaparecer, ya bajé tres kilogramos en dos meses”.
“Lo cierto es que estuvimos a dos fatalidades de pelear el Uruguayo: una el empate con Peñarol y la otra fue la igualdad con Fénix. Sé lo que hice, creo que lo hice de buena manera, trabajé anímicamente a los muchachos, por momentos se jugó bien y en otros no”, siguió, y agregó: “Lo que sé es que di el máximo. Cuando me llamaron para asumir, lo hice sin pensar, ya que es difícil estar en un lugar mejor que Nacional. Lo hice convencido [de] que podíamos salir campeones, pero, como dije, el equipo venía golpeado”.
“Me quedo tranquilo con el sacrificio del plantel, muchas veces utilizando jugadores fuera de puesto, otros que no estaban al máximo físicamente, pero todos me dieron una mano. Estoy feliz y tranquilo con lo que pude hacer”, sentenció.
“Terminando el año todos sabemos que no se dio lo que el hincha quería, que siempre vino y apoyó, alentó. Tampoco era lo que nosotros queríamos cuando agarramos el equipo, pero hicimos lo que pudimos. Estoy feliz por haber dejado todo en el equipo que amo y ahora a descansar. Lo poquísimo que logramos es todo mérito de los jugadores”, dijo.
El futuro
El Chino tiene contrato firmado con los tricolores hasta fin del 2024, pero será la directiva del club la que tendrá la última palabra sobre su continuidad o no.
“Estaré al frente hasta cuando el club decida”, dijo con seguridad, para completar: “El Ale [Alejandro Balbi] es un amigo y es el presidente. Espero que el club decida lo mejor, si pasa por que yo siga, lo haré, sino me iré”.
“Voy por la vida así, disfrutando lo que hago, con la conciencia tranquila que siempre llevo adelante lo que tengo que hacer”, cerró.