En el cuadro de dobles del ATP 250 de Brisbane, acompañado por su amigo, excompañero y actual entrenador Marc López, de 41 años, Rafael Nadal volvió a competir en una pista de tenis casi un año después de caer en el Abierto de Australia, en la segunda ronda de la edición del 2023 ante el estadounidense Mackenzie McDonald en tres sets.
En aquella oportunidad, el español salió sentido
en el psoas ilíaco de su pierna izquierda, lesión que supuso el inicio de una
pesadilla, de una temporada en blanco, plagada de contratiempos físicos que
alejaron al ganador de 22 Grand Slam del circuito.
Saltó de nuevo a una cancha el balear que llegó a acumular
209 semanas como número uno y ahora, desde el puesto 672 del ránking, estaba
invitado por la organización para jugar un partido de dobles que perdió, ante
los australianos Max Purcell y Jordan Thompson, un dueto consolidado en la
modalidad.
Recibido con cariño por los presentes en la pista Pat Rafter
Arena del Queensland Tennis Centre, Nadal y López, campeones olímpicos en Río
de Janeiro 2016, cayeron en este compromiso de primera ronda por 6-4 y 6-4.
Fue lo de menos. Lo importante fue que, 347 días después de
la última vez, Nadal volvió a sentirse jugador. A competir. A sonreír, a
juguetear con las bolas entre punto y punto. A disfrutar. A acumular una hora y
14 minutos en pista.
Hubo incertidumbre, esperas eternas, especulaciones y
sospechas de retirada ahora arrinconadas tras la vuelta a la actividad del español
de 37 años que regresó a las pistas para tomar horas de vuelo justo el día en
el que se definió, además, su recorrido por el cuadro individual de Brisbane.
Nadal debutará el martes ante Dominic
Thiem, otrora número tres del mundo y con el que ya ha jugado 15 veces. Con el austríaco
se ejercitó días atrás en este mismo escenario, igual que con el danés Holger
Rune, principal favorito, y el británico Andy Murray.
Max Purcell y Jordan Thompson, campeones en Houston y
finalistas en Atlanta este año, el primero dos veces finalista en Melbourne y
campeón de Wimbledon en esta modalidad y el segundo ganador de este certamen en
2017 junto a Kokkinakis, encarrilaron su victoria con una rotura en el sexto game
del primer set, con servicio de Nadal, que consolidaron para cerrar la manga
(6-4). El segundo parcial mantuvo el equilibrio hasta el séptimo. El dueto
local, que no cedió su saque durante todo el choque, concretó un break con Marc
López al servicio. No hubo remontada del equipo español y cerraron el partido.
EFE / FútbolUy