Este jueves por la noche se realizó el Congreso de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), en el que se aprobó con 56 votos de 76 posibles la firma del contrato con la empresa deportiva Nike, que será el nuevo sponsor técnico de las selecciones nacionales. La propuesta que presentó y oficializó el Comité Ejecutivo con la marca estadounidense tiene una duración de ocho años y es por un total de 41 millones de dólares.

Según explicó Ignacio Alonso a los congresistas, el desglose de ese número pasa por 30 millones en pagos en efectivo, otros 7 millones en indumentaria para los diferentes sectores de la Asociación (fútbol playa, fútbol femenino, fútbol sala, fútbol amateur, etc.) y los restantes 4 millones en marketing deportivo (publicidad, acciones puntuales, torneos, etc.).

Uno de los puntos álgidos que plantearon varios clubes, con Liverpool y José Luis Palma a la cabeza, pasó porque a ninguna institución recibió el contrato a firmarse para el estudio de sus cláusulas, sino una propuesta escrita con las principales pautas. Incluso el presidente negriazul llegó a mocionar hacer un cuarto intermedio de 15 días para que sea entregado y estudiado, algo que no se votó.

A la salida del Congreso, al cual no pudo ingresar la prensa, en lo que fue un hecho histórico, Palma dialogó con el programa Hora 25 de radio Oriental 770 y dijo: “Ustedes [prensa] fueron imposibilitados de escuchar, en una actitud inconcebible. Parece que hay temor a que la gente de fútbol esté enterada de primera mano del desastre en el que está hoy la Asociación Uruguaya de Fútbol desde el punto de vista de la gestión económico-financiera”.

“Pasó lo que era previsto. Los 56 votos son absolutamente inamovibles”, indicó, y contó: “El presidente de Defensor [Alberto Ward] dijo al final que le llamaba poderosamente la atención que de los 56 votos que tuvo para todas las mociones a favor la Mesa Ejecutiva, ninguno fundamentó su voto”.

“Yo me tomé el enorme trabajo de recopilar información, de estudiar normas contables, de leer 20 veces el estatuto. Les mostré que se violaron normas esenciales del estatuto, algunas que harían inviable incluso la celebración de este congreso”, comentó, y reveló: “Empezaron a molestarse y me decían cosas desde atrás”.

Con respecto a los votantes a favor, señaló: “Nadie tiene un argumento válido para convalidar el apoyo, simplemente levantan la mano. Mañana ponen en votación que el sol es negro o que la pelota es cuadrada y sale con 56 votos. Es imposible que sea tan inamovible el número de votos teniendo la contundencia de nuestros argumentos”.

Falta cash

Aseguró que la AUF está “quebrada”: “Se endeudó en 30 millones de dólares, tiene un pasivo enorme y tiene un patrimonio casi negativo”. “Bajamos de 10 millones hace casi dos años a un patrimonio de cero, y eso que esconden algunas deudas, que las ponen como activos y no son tales, y no contabilizan deudas que ellos tienen”, apuntó.

Sobre esto último, detalló: “Contabilizan deudas que no reclaman, que por lo tanto no tienen sustento porque cualquier acreedor que tiene una deuda de 15, 20 años la provisiona de sus balances, la echa a pérdida o inicia una acción judicial. Nada de eso se ha hecho”.

Los clubes no pudieron ver el contrato a firmarse, por lo que fue claro: “Nos dijeron que es confidencial”, pero “la realidad es que la confidencialidad no es absoluta porque en el mismo artículo donde se consagra el derecho del Comité Ejecutivo a no entregar información cuando consideran que es reservada se prevé que el congreso, por mayoría simple de los presentes, puede levantar ese secreto”.

En referencia a lo último, aseveró: “Es lo que vamos a promover, aunque sin éxito, porque la mitad más uno son 39 y hoy el economista [Ignacio] Alonso [presidente de AUF], lamentablemente, tiene 56 votos seguros. Le permiten gobernar con impunidad, con prepotencia, con autoritarismo y en el oscurantismo. Se le pide información y la devuelve al año”.

Según el reglamento general de la AUF, el 50% de los ingresos que la selección nacional tiene por sponsoreo de indumentaria va para los clubes profesionales, pero denuncian que eso no sucede: “Debe computarse y no se ha hecho”. “Están tan seguros de su error que ahora le cambiaron el nombre: lo llaman ‘patrocinio técnico Nike’ y no ‘sponsorización’. ¿Por qué? Para ayudar al que hace los informes jurídicos y en base a ese ropaje que le dan a la realidad, firma que no es un recurso que se deba sumar a los ingresos”. “La apropiación por los ingresos de Puma son cercanos a los 10 millones de dólares”, cerró.