No habrá récord de los 100 puntos para el Liverpool. Los "Reds" se quedaron sin posibilidades en el Emirates Stadium, enterrados por sus propios errores y ante un Arsenal voluntarioso y efectivo (2-1).
Dos tremendos fallos de la defensa del Liverpool,sepultaron las opciones de un equipo que necesitaba ganar los tres partidos que les quedaban para quitar el récord al Manchester City de hace dos temporadas.
Pero que el Liverpool no es el mismo desde que ganó el título en algo palpable. El récord no ha sido suficiente motivación para que arrasen cómo lo hacían antes del parón y, ante el Arsenal, los altibajos del equipo salieron a relucir de nuevo.
El partido
Comenzaron bien, arrinconando a ese equipo cambiante que es el Arsenal de Arteta, que esta vez optó por una defensa de cuatro, en lugar de la de cinco que había exhibido otros día y con Lucas Torreira que volvió a seis titular casi seis meses después.
El Liverpool fue acotando el camino al gol y lo encontró en una combinación a tres bandas. Fue sencillo, Robertson dobló a Firmino, este se la entregó al escocés y la puso atrás, donde apareció Mané libre de marca para batir a Emiliano Martínez.
Y no por méritos de los de Arteta, si no por la inconsistencia de Van Dijk, que dejó de pegarle gritos a Robertson para cometer un error que le costó el empate. Se entretuvo con la bola, le presionaron, se la entregó a Lacazette en lugar de a Alisson y el francés rodeó al brasileño para marcar a puerta vacía.
No acabaron ahí los errores de la zaga del Liverpool. Otra pérdida ocasionó el segundo del Arsenal antes del descanso. Otro error sacando el balón, otro robo de Lacazette y otro tanto. Esta vez del joven Reiss Nelson, que recibió en el punto de penal y con frialdad se la cruzó a Alisson.
El empate del Wolverhampton Wanderers contra el Burnley les da esperanzas al Arsenal de llegar a la Europa League y ahora mismo el Arsenal es noveno a tres puntos del Wolves con seis por disputarse.