Plaza Colonia anunció la vuelta a los entrenamientos de su plantel principal a través de la cuenta oficial de Twittter, que suele ofrecer a sus seguidores más humor que información. Y esta no fue la excepción. El retorno a los trabajos en el Complejo Las Martinas fue relativo, ya que los futbolistas seguirán sin pisar el césped de una cancha y se mantendrán en el seguro de paro hasta julio, a diferencia del resto de los planteles de la Primera División del fútbol uruguayo.

“Volvimos y entrenamos en un lugar fuera de las instalaciones de Plaza, donde sólo tuvimos una charla de cómo iba a seguir el tema nuestro. Tuvimos un reencuentro con la mayoría de los compañeros. Los extranjeros no están. Algunos llegaron y están haciendo cuarentena, y otros aún no han podido llegar por los cierres de fronteras en sus países y en el nuestro”, explicó Mario Risso, zaguero patablanca, al programa Tirando Paredes, de Radio 1010 AM.

“Nos juntamos con todo el protocolo, con tapabocas y nos tomaron la fiebre. Tuvimos una charla y nos retiramos a nuestras casas. Estaba Carlos Manta, que fue parte de la charla al principio y se retiró, y la seguimos con el cuerpo técnico”, comentó Risso, quien agregó que la idea del club “es volver todos juntos los primeros días de julio, cuando estén los compañeros del exterior”.

“Estábamos contentos de juntarnos con la gran mayoría de los compañeros, con los que hace tiempo no nos veíamos, pero la determinación todavía no es juntarnos todos como se hace siempre, sino seguir con algún entrenamiento vía Zoom, como veníamos haciéndolo”, añadió el defensor de 32 años, confirmando así que Plaza Colonia se salteará la fase 1 de la vuelta a la actividad y en un par de semanas pasará a la fase 2, ya con los entrenamientos grupales.

“Hay que tomarlo con tranquilidad. Por lo menos nos vimos las caras y estuvimos un rato juntos. Me encantaría volver como antes, pero son las normas que se toman y hay que acatarlas”, expresó Risso, quien detalló cómo viene trabajando el plantel para no perder la forma física.

“Nos dicen una hora, por ejemplo a las 10, y nos conectamos desde el celular o la computadora. A veces nos juntamos dos o tres compañeros porque tenemos pesas y otros materiales del club. Está el profe y empezamos con la entrada en calor y después un trabajo marcado y una planificación que se manda un día antes al grupo de chat. Preparamos los conitos y todo lo que hagamos. Para la parte física de correr salimos a la rambla o a un parque”, concluyó.