Peñarol y Racing igualaron 1-1 en el Campeón del Siglo y con este reparto de unidades posibilitaron que Liverpool se quedara con el Clausura en forma anticipada y además muy bien encaminado para quedarse con la Anual.
El cotejo comenzó con los carboneros teniendo alguna acción por derecha a velocidad del argentino González, ante un ribval que no se tiraba atrás sino que apostaba a pelear desde la zona de volantes.
Sosa, con mucha movilidad, estaba muy activo tratando de conectar con Sebastián Rodríguez y los extremos, dándo otra tónica al devenir de su equipo.
La Escuelita encontraba caminos por las bandas donde primero un remate de Tomás Verón Lupi y luego otro de Agustín Alaniz llevaron peligro al arco de Guillermo De Amores.
Un tiro sin potencia de Arezo pasado el cuarto de hora fue lo primero serio de un equipo carbonero que se fue apagando mientras que su contrincante cada vez estaban más cómodos y expeditivo.
Lo mejor del carbonero apareció cuando Sosa entraba en acción y gestaba el adelantamiento en bloque, algo que por ejemplo derivó en un remate de media distancia del Cabecita Rodríguez muy alto.
Urretaviscaya, el desdoble de Eric De Los Santos y la presencia de Rivero en ofensiva, eran algunos de los inconvenientes que preocupaban a Aguirre, en un partido que transitó inexorablemente al 0-0 con que se fueron al descanso.
De locos
Para el complemento, el entrenador del conjunto local decidió variar algo de una realidad que se estaba haciendo cuesta arriba y apostó al ingreso de Brian Mansilla por Kevin Méndez.
Sebastián Rodríguez pesaba poco en un cotejo que se hizo de ida y vuelta y que se pudo abrir cuando apareció para dar un pase entrelíneas para Sosa que definió en el área, pero Mejía sacó al córner.
A los 55' apareció una amarilla para Arezo, la quinta en su foja, lo que lo dejará fuera del choque ante Wanderers del miércoles, pero asegurará su presencia en la definición.
Una contra de Verón Lupi que se la dio a Alaniz y este la puso al medio para la llegada de Rivero que no pudo conectar con fuerza, mostró la intensidad de un partido donde los dos necesitaban ganar. Homenchenko por Lucas Hernández, sentido, el segundo cambio de la Fiera.
Damián García era el encargado de dar equilibrio y personalidad a la mitad del campo aurinegro, algo que hizo con creces y varias veces se ganó la ovación de los hinchas, que se fue mezclando con el nerviosismo de un necesario gol que no se daba.
Pasados los 65' el DT carbonero decidió jugarse una carta pesada y mandó a la cancha a Abel Hernández y Camilo Mayada, momentos donde la hinchada cantaba: "Pongan más huevos, la p...".
Y antes de los 70' una nueva respuesta tras una pelota perdida por García, terminó en otra avanzada de Alaniz y un pase a Verón Lupi para el remate que tapó De Amores.
La apertura llegó un minuto después, cuando el Cabecita Rodríguez logrño filtrar una pelota para Arezo que encaró, se la llevó con algo de fortuna ante la salida de Mejía y con el arco solo la mando a guardar. Un tanto que se gritó mucho, pero que generó una alegría exigua.
Es que a los 75' una pelota al área que la defensa no supo sacar, terminó en el propio Verón Lupi que pateó una vez, rebotó en un rival y le quedó de nuevo para colocar el 1-1 en el tanteador.
Un baldazo de agua fría que acalló a todo el Campeón del Siglo y dejó un cierre de alta tensión ya que el empate podía ser muy costoso.
Cambios finales en los dos y la visita perdiendo tres clarísimas: la primera con un tiro de Juan Sebastián Rivero y las otras con dos de Octavio Rivero que lo erró abajo del arco y en otra la picó y la sacó Menosse en la linea.
Era un cierre a matar o morir, con los zagueros de nueve y cinco minutos de adición que todos observaron de pie en las tribunas, pero que se cerró con el 1-1.
Un punto que dejó a Racing sin chances de pelear por el Clausura, que se fue a manos de Liverpool y que hizo que Peñarol lo alcanzara a los de Belvedere en la punta de la Anual, pero a la espera de lo que suceda con Deportivo Maldonado.