Peñarol logró su primera victoria del Torneo Apertura en la cuarta fecha, esa que marcaba el partido que tods los hinchas querían ganar. Con sufrimiento, jerarquía, oficio, clara y yema, derrotó 1-0 en el Campeón del Siglo a un apático Nacional, que desaprovechó una superioridad numérica de más de 50 minutos.
El arranque mostró un leve dominio territorial del Bolso a partir de la presión, pero sin lapsos prolongados de tenencia ni oportunidades claras de peligro. Inquietó con el tándem José Luis Rodríguez-Alfonso Trezza por derecha, ganando el duelo ante Juan Manuel Ramos y Agustín Canobbio, pero no lo tradujo en situaciones que pudieran inquietar a Kevin Dawson.
El Manya tomó el control del primer tiempo a los 18’, cuando Matías Aguirregaray centró desde la derecha y Agustín Álvarez Martínez conectó un solitario cabezazo que controló sin problemas Sergio Rochet. Volvió a llegar 10 minutos después con otra subida del Vasquito, quien por derecha lanzó un buscapié que pasó de largo y encontró a Juan Manuel Ramos rematando con potencia y apenas por encima del vertical.
A los 32’ se abrió el score de forma justificada. Christian Almeida le cometió una tonta falta a Ignacio Laquintana, quien exageró un contacto que existió, y Leodán González no dudó al sancionar la pena máxima. Pablo Ceppelini asumió la ejecución abriendo el pie derecho y si bien Sergio Rochet se tiró bien, no pudo evitar el gol.
Peñarol siguió controlando, hasta que en el tramo final del primer tiempo llegaron las tarjetas y con ellas la polémica y el VAR. A los 40’ el árbitro tomó una decisión incuestionable cuando, a instancias del VAR, expulsó a Ceppelini por un pisotón de atrás sobre Santiago Ramírez en una pelota dividida.
Un par de minutos después, Leodán González mostró otra roja a Trezza por cortar un contragolpe cuando Laquintana se iba expreso al gol, pero luego de revisar la acción en el VAR cambió el fallo. Tras cuatro minutos con el juego detenido, el juez anuló la expulsión y amonestó al número 19 albo, quien fue sustituido por Repetto al igual que Almeida para el segundo tiempo, y entraron Camilo Cándido y Leandro Otormín.
Larriera movió fichas a los 13’ del complemento, cuando sacó a Álvarez Martínez y Laquintana para poner a Ruben Bentancourt y Edgar Elizalde, con lo que pasó a defender con cinco hombres en la última línea, tres mediocampistas y un delantero. En simultáneo entró Emmanuel Gigliotti por el Torito Rodríguez en filas tricolores, y en su primera intervención el argentino conectó un cabezazo en el vertical tras un centro de Otormín.
Luego Nacional mostró una falta de jerarquía alarmante. Extrañó en demasía a Brian Ocampo y se topó con la jerarquía de un equipo que defendió con uñas y dientes, y lo obligó a tirar centros repetidamente. La más peligrosa que un cabezazo del Pumita Rodríguez que tapó Dawson pero era offside, y luego se vio frenado en su impulso cuando fue expulsado Gigliotti a los 83’ por un patadón de atrás sobre Canobbio.
Con su dupla de mediocampistas centrales ganando el eje, Canobbio dejando un surco por el carril derecho y la defensa bancando el chaparrón, Peñarol soportó el empuje de su rival y abrochó un triunfo necesario para salir del fondo de la tabla del Apertura e igualar a su rival de turno con cuatro unidades.