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Juan Pedro Damiani lanzó oficialmente su candidatura para las elecciones del próximo 5 de diciembre en Peñarol, donde aspira a volver a ser presidente luego de tres años al margen de la vida política del club. Tal como pasó en 2014, el nombre de Diego Aguirre aparece en forma de promesa electoral. Esta vez, asegura que el actual director técnico de Al Rayyan de Qatar está decidido a pegar la vuelta.
“Esto surgió antes de que él volviera a Qatar. Vino un sábado a tomar una Coca Cola. Verlo tan convencido y tan ilusionado me hizo cambiar radicalmente mi posición”, contó Damiani al programa 100% Deporte, de Sport 890, en referencia a su cambio de parecer, ya que muchas veces aseguró que no sería candidato.
“Otras personas vitales (para reconsiderar su postura) fueron Water Pereyra y Juan Fernández Methol. Walter será clave en mi gestión. Estuvimos viendo los escenarios. Diego (Aguirre) y Walter fueron muy importantes. Son claves los dos porque una persona como Walter es muy importante para el ecosistema del club y enormemente respetada. Todos saben el trabajo y la transformación que ha hecho”, señaló.
“Para Aguirre fue fundamental que Walter esté cerca. En 2011, ese año tan lindo que tuvimos, prácticamente Diego hacía la gestión por los jugadores, les hacía la cabeza, y Walter lo hacía posible dentro de las realidades del club. Para él es vital la presencia de Walter, que forma parte del equipo y será un hombre fundamental en la gestión (…) Con Diego estamos hablando todos los días más de una hora. Es un compromiso muy fuerte el que ambos tenemos”, sostuvo.
Aguirre como Gallardo en River y “un proyecto de fútbol”
“Diego me dice que está en el mejor momento de su carrera profesional y tiene una experiencia increíble. ‘Estoy para dirigir a cualquiera en el mundo, pero quiero dirigir a Peñarol’, me dijo, y eso me ilusiona mucho por el nivel de profesionalismo, por el equipo y por la experiencia que tiene, además de lo que conoce al club. Subrayo lo práctico y sencillo que es. Peñarol es mucho más fácil de lo que queremos hacerlo ver”, añadió.
“Quiero enfocarme en un proyecto sin verso. Quiero ponerle toda la fuerza que puse para la transformación institucional del club que se está viendo con el estadio, el Centro de Alto Rendimiento, los juveniles y la profesionalización del club. Toda la energía que le puse a eso, que está consolidado, quiero ponérsela a un proyecto de fútbol. Y el mejor intérprete para eso es Diego, porque su presente y su pasado lo avalan”, dijo.
“Me imagino que eso puede ser, y sin comparar nada, como hace Gallardo en River, que tiene una injerencia total en el fútbol de la institución. Eso es lo que pretendo yo. Quiero toda mi energía enfocarla en el fútbol, que es la base de nuestro club. Peñarol es reconocido en el mundo por el fútbol. Peñarol es fútbol”, reiteró.
Consultado por otras disciplinas que reaparecieron en los últimos años y algunas nuevas, aclaró que “las cosas que se hicieron y están bien encaminadas se van a profundizar, pero sería absurdo decir que a Peñarol lo conocen por el rugby, el atletismo o el ciclismo”.
“Por ejemplo en el básquetbol está Luis de María, que es un fenómeno y tiene una ilusión bárbara en ganar la Liga. Y ojalá que la podamos ganar porque Peñarol cuando compite tiene que ganar siempre. El rugby no pega con la esencia, y aclaro que mis hijos jugaron al rugby. Peñarol no pega con la esencia del rugby. Es como que participara en la Fórmula Uno”, opinó sobre el deporte de la ovalada, que fue impulsado por Evaristo González.
“Sé que voy a ganar”
Damiani remarcó la importancia en “bajar los decibeles y el clima de disputa” política. “Todos estos egos nos llevaron a donde nos llevaron, y eso hay que terminarlo”, remarcó, y en ese sentido destacó la presencia en su fórmula de Gastón Tealdi, de quien destacó que “dio el puntapié para buscar la reconciliación de todos los peñarolenses”. “Hay que sumar gente que venga a construir, no a dividir”, indicó.
“En su momento me fui porque la institución se había consolidado y los juveniles estaban saliendo. El estadio lo consolidamos y armamos el equipo que ganó el Uruguayo 51, que fue la base para ganar el 52. Pero vi un nivel tan grande de división que llegué a la conclusión de que el problema era yo. Pensé que me iba yo y el club se arreglaba, pero pasó todo lo contrario. Estar afuera te permite visualizar todo mejor”, dijo.
En ese sentido, dijo que su amigo y actual presidente Jorge Barrera “tendió la mano y quiso que todos participaran, pero aparentemente no funcionó eso”. “Creo que está desencantado por toda la buena fe que les puso a sus compañeros de directiva. Cuando alguien actúa de buena fe y se ve desencantado… eso es lo que le está pasado a Jorge. Es un hombre extremadamente capaz y muy bien intencionado”, opinó.
Por último dijo que no mandó a hacer encuestas para confirmar su candidatura, y ni siquiera se imagina una votación desfavorable. “Sé que voy a ganar la elección. Siento que hay un gran desamparo entre los socios de Peñarol en este momento”, concluyó.
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