“El fútbol ha cambiado bastante con el tema del VAR y me he acostumbrado a no gritar los goles. En este caso lamentablemente acerté”, lamentó Mauricio Larriera, entrenador de Peñarol, luego del 0-0 de su equipo ante Fénix, marcado por un gol de Agustín da Silveira en el minuto 96 que luego fue bien anulado a instancias del VAR por fuera de juego.
“Me voy con amargura e impotencia por perder puntos otra vez y seguir alejándonos en la Tabla Anual. De todas maneras siempre rescato algo, con la calma que debo tener siendo el entrenador del gigante. Destaco lo que hacen los muchachos y la nobleza para desarrollar lo que les pedimos”, agregó.
“Hoy me voy un poquito más satisfecho con el funcionamiento del equipo y con algunas variantes que hicimos a nivel de estructura del equipo, más que nada por lo que se brindaron en una semana en la que tuvimos más problemas que un libro de Copetti. Esta semana fue impresionante hasta último momento”, explicó.
“Los méritos para ganar los hicimos”
“Se nos cayó a último momento Walter Gargano por una inflamación en la rodilla, ayer Hernán Menosse tuvo un golpe y parecía que no llegaba pero es admirable lo que hizo hoy con lo dolorido que estaba. No pudo estar Kevin Dawson”, señaló, y recordó que por otros jugadores que llegaban tocados tuvo que hacer concentrar a 23.
“Desde ese lado me queda cierta satisfacción, y que se entienda bien, porque están esperando a que yo diga una palabra para hacer un libro. Estoy dolido y el vestuario está dolido, pero por lo menos hay cierta tranquilidad porque los muchachos se entregaron y dieron todo. Si no dieron más es porque no tienen más. Se corrió y se intentó jugar. Hay cierta esperanza en el funcionamiento del equipo. Observo fría y objetivamente las estadísticas, y los méritos para ganar el partido los hicimos”, opinó.
Cuando se le preguntó si está deseando que arranque el Clausura para dejar atrás el Intermedio y poder tener nuevas altas, dijo que lo que está deseando es “entrenar de la mejor manera y que los muchachos que están se recuperen”.
“Me duele muchísimo haber perdido tres partidos de local. Me duele más que al hincha más profundo que tenga Peñarol. Lo que sufre el entrenador no lo sufre nadie. Y perder puntos donde habíamos perdido muy poco me duele horrores. Estoy arriba de los 80 partidos dirigidos en Peñarol, que era algo inimaginable”, añadió.
“Presupuesto alto” para “un equipo que rompa todos los relojes en el Clausura”
“Nos estamos alejando y esto nos va a llevar a que hay que ganar el Clausura porque la Anual se nos va alejando cada vez más. Hay que impactar en esos 15 partidos del Clausura, semifinal y final. Todo nos va llevando hacia ese lugar. Estará en todos nosotros conformar un equipo que pueda ser superior a los rivales, que pueda ganar y que convierta goles, que es la gran carencia que tenemos. Defensivamente nos generan poco, pero si bien ofensivamente hoy generamos más, no convertimos. Es un tema que estamos intentando solucionar por todos los medios”, expresó.
“El año pasado cerramos el campeonato por una pelota que rebotó en una espalda. Sino capaz que estábamos todos en el fondo del mar. Estas cosas las tengo muy claras. No me impaciento para que empiece el Clausura porque todavía quedan puntos importantes. Y sobre todo porque habrá muy poco tiempo de trabajo”, dijo, y cerró con una frase de un colega al que no citó.
“En una tríada, como le escuché a un colega muy inteligente y ganador, siempre hablaba de trabajo, tiempo y presupuesto. El tiempo será poco, entonces el presupuesto tiene que ser alto y el trabajo debe ser de muchísima calidad para, en ese poco tiempo, presentar un equipo que rompa todos los relojes en el Clausura. No hay otra alternativa”, concluyó.