Luego del triunfo de Peñarol sobre Deportivo Maldonado, el entrenador aurinegro, Mauricio Larriera, habló con VTV, donde aseguró que "en estas circunstancias hay muchos partidos en uno, no por lo táctico, sino por lo más importante, que es lo anímico y la autoexigencia".
"Cambiamos la estructura, que la habíamos usado en algún partido, en búsqueda de optimizar los recursos humanos que tenemos", comentó sobre el parado táctico y añadió: "A medida que fuimos recorriendo en la Copa y en el torneo local, me llevó a tratar de colocar a los futbolistas que yo sintiera que estuvieran mejor".
Contó que buscó seguir haciéndose "fuertes en nuestra área, que lo hemos logrado durante el año, pero no lo hicimos en el área rival". "Se analizan un montón de variables para tomar este tipo de decisiones", siguió.
"Al jugar con línea de tres, cuando nos pueblan la mitad de la cancha, los carrileros tienen que cerrarse a colaborar más, o sino los extremos. Ahí se nos complicó, fue como una partida de ajedrez, una batalla táctica", dijo sobre el trámite que le planteó Francisco Palladino.
Aseguró que "cuando hay tanto espacio, Nacho (Ignacio Laquintana) es un abrelatas de esos veloces", agregó que "aprovechó muy bien los espacios". En el momento que el equipo fernandino pobló la mitad de la cancha, "al colocar a Pablo Ceppelini, que es un organizador de juego, en compañía de (Agustín Álvarez) Wallace, ya nos repartimos mejor y el juego se hizo más fluido", ahondó.
Contó que "cuando hicimos el segundo y nos descuentan, dije 'no podía terminar nunca un partido tranquilo'. Siempre nos ha costado el gol esta temporada, no generamos situaciones de gol", dijo, por lo que "ganar por tres goles es una tranquilidad y un envión importante para los muchachos, que trabajan con una gran nobleza".
Con respecto a la no citación del capitán Walter Gargano, afirmó que "hablamos un montón de cosas y por las circunstancias tomé la decisión de que descansara, aunque él estaba en condiciones de afrontar el partido".
Por último, sobre la lesión de Lucas Viatri, del cual el club informó que era un desgarro, dijo que "no se que dijo el presidente, nosotros tenemos una sanidad que informa"; Ignacio Ruglio aseguró que el argentino no se sufrió un desgarro. "Tuvo una lesión fibrilar, pensamos que iba a ser menos tiempo, pero le costó un poquito más", dijo el técnico.