Mario Saralegui está convencido de que el Torneo Clausura que ganó Liverpool “era para Peñarol”, según contó al programa ‘100% Deporte’ de Sport 890 en una extensa charla. “No es porque estuviera yo, pero el cambio de entrenador, fuera quien fuera el que llegara, iba a provocar un montón de movimientos”, analizó, recordando la primera decisión importante del presidente aurinegro, Ignacio Ruglio, quien no le renovó el contrato para 2021.
“En Peñarol era probable que pasara lo que pasó. Demoraron algunas cosas. No es que venís, ponés a los jugadores y juegan. Hay todo un entorno, un contexto y una serie de ansiedades grupales e institucionales que están en continuo movimiento. Era probable que no se encontrara el mejor funcionamiento de entrada porque no había tiempo”, señaló el artiguense sobre los primeros meses de la dirección técnica de Mauricio Larriera.
Nacional: “Hicieron todo mal pero les salió bien”
Aseguró que “era muy probable que Peñarol ganara el campeonato” si él era mantenido en el cargo de entrenador, y aseguró que nadie le comunicó la decisión de que no siguiera. “Hasta las 17:30 de ese día estuve en comunicación con Nacho. Me acuerdo que fui a Rivera porque tenía que traer unas cosas y se nombró al nuevo técnico. Después pasó lo que pasó”, contó.
Consultado por la justicia en el logro de Nacional, consideró que “fue justo porque fue el campeón”, aunque aclaró que “jugó contra un Rentistas que no era el del Apertura”. “Tuvo problemas disciplinarios y no le quedó otra que apostar por los juveniles. Jugaron prácticamente todo un torneo que les dio el rodaje que se necesita”, agregó.
“Tuvieron ese cambio de entrenador al final y fue todo bastante atípico y contra todo lo que parece”, dijo en referencia al cese de Jorge Giordano y al nombramiento de Martín Ligüera como interino cuando restaban dos partidos para finalizar el Clausura. “Hicieron todo mal pero les salió bien. No podés cambiar de entrenador faltando dos partidos”, opinó.
Sobre Ruglio: “No hay un proyecto. Pensó que ganaba Damiani”
“Peñarol a lo largo de la historia ha pasado por momentos muy difíciles y ha tenido problemas graves de todo tipo, pero siempre salió adelante. Esto es pasajero y ojalá se ilumine la gente que está. Me preocupa mucho el tema económico. De un día para el otro nos estamos complicando con el tema plata, cuando Peñarol toda la vida estuvo endeudado”, añadió.
“Hay que armar un buen equipo. Peñarol necesita cuatro o cinco jugadores buenos y apostar a ganar. Nosotros no festejamos balances, como dio Cataldi y nos quedó grabado para toda la vida”, sostuvo, y opinó que “no hay un proyecto ni había prevención” en la actual directiva de Ruglio, de la que aseguró que “no sabían que iban a ganar” las elecciones.
“En Peñarol todo el mundo estaba convencido de que ganaba Damiani y que el entrenador iba a ser Diego Aguirre. Los tomó de sorpresa. Si hubiesen estado preparados para la función que están haciendo tenían que tener una lista con tres jugadores por puesto y un presupuesto armado, con jugadores locales y de afuera”, dijo, y cree que Pablo Bengoechea, Gabriel Cedrés y su amigo Walter Olivera todavía “tienen que demostrar que son aptas para el cargo”.
“Nadie duda de que son personas queridas en el club. No se ponen en juego los goles que le hizo Bengoechea a Nacional o los que hizo Cedrés, ni la Intercontinental que levantó Olivera. Hoy lo que está en juego es otra función”, reveló, y cree que tanto Cristian Rodríguez como Fabián Estoyanoff “podrían haberse quedado y se puso haber buscado una salida elegante”.
“Se puso en juego una ansiedad paranoica que es normal y que pasó conmigo también. Eso de ‘acá mando yo’ cuando se llega a un lugar es una muestra de debilidad. En el momento que ejercés la totalidad del poder, lo perdés. Sino, no se entiende. Si tenés que demostrar poder y gritar es porque no te escuchan”, añadió, y recordó que “en un clásico, el único jugador que entendía que estaba jugando un clásico era el Cebolla”. “Más allá del juego, es la actitud”, dijo.
Álvarez Martínez: “Lo vi 10 minutos y dije: ‘Es este’”
Respecto a Agustín Álvarez Martínez, recordó la decisión de subirlo al plantel profesional. “Teníamos problemas con el centrodelantero y me comentaron que había un nueve que el entrenador anterior bajó a la tercera. Lo vi hacer dos goles en el clásico de tercera y después, en un entrenamiento que hicimos en el CAR, lo vi 10 minutos y dije: ‘Es este’”, contó.
“Si bien ha costado, hubo un momento en que jugaron tres juveniles muy chicos en la Libertadores. Eso es un orgullo. Es una lástima que se haya ido Facundo Pellistri. Facundo Torres me contó que jugaron mucho juntos con Pellistri y el Canario en formativas”, dijo.
En ese sentido valoró con algunos matices el trabajo de Fernando Curutchet, el coordinador de formativas que fue cesado a partir de la llegada de Ignacio Ruglio a la presidencia y que pasará a ocupar el mismo cargo en Nacional. “Es evidente que su trabajo se vio porque Peñarol vendió muchos delanteros. Si hay algo que recriminarle es que de mitad de cancha para atrás salió poca cosa. Es mucho tiempo en el cargo también”, dijo.
Propuestas del exterior, pero por ahora en Artigas
Consultado por su futuro, reveló que tras salir de Peñarol tuvo “propuestas de México, Colombia y Bolivia”, pero no se “sentía como para salir del país”. “Prioricé quedarme en mi casa. Ahora están empezando los torneos y alguna posibilidad puede aparecer. En Uruguay no tengo problema en dirigir a ningún equipo. Es trabajo y uno tiene que trabajar”, dijo.
“Tuve un llamado de Rocha Fútbol Club. Me llamó (Nicolás) Poggio, pero me pareció que no. Cuanto más tiempo estoy acá en Artigas se van estabilizando una serie de cosas con la familia, la niña y el trabajo de mi mujer. Pero siempre digo que los entrenadores no nos jubilamos y la muestra es Tabárez. Hay tiempo para trabajar”, explicó.
“Si bien hay una camada de entrenadores jóvenes, la experiencia es importante. El fútbol no ha cambiado tanto. Hay temas tácticos y físicos, pero el manejo del grupo, de las ansiedades y de otros niveles que no son directamente lo táctico y armar el equipo son cada vez más importantes, porque lo otro es cada vez más parejo”, concluyó.