El entrenador de Nacional, Pablo Peirano, mostró conformidad con su equipo a pesar de la derrota 1-0 con Bahía en el Gran Parque Central destacando su actitud, aseguró que hay “mucho para mejorar” y resaltó la tarea del chileno Eduardo Vargas.

“En ningún momento pensamos en hacer un partido timorato, ni mucho menos”, comenzó diciendo Peirano en conferencia de prensa tras su debut al comando de los albos: “La sensación de todos es que no quedamos conformes con el resultado”.

“La actitud en este poco tiempo y las cosas que les pedimos las cumplieron de forma correcta, tanto en el sistema como en los espacios para atacar. Sabíamos que debíamos tener un buen bloque para contener el juego de ellos”, contó, para ir a más: “Fue un partido de pocas situaciones de gol. Ellos concretaron la que tuvieron, pero después fue disputado y parejo en todas las líneas”.

“Me gustó el comportamiento que tuvo el equipo con el 3-4-3 para jugar, y luego con el 3-4-2-1 para colocar los puntas más ofensivos y con los pasajes de los laterales”, dijo de lo táctico.

Y destacó la intensidad que busca porque “nos interesa y es una manera de vivir”, para luego analizar: “Estuvo muy disputada la mitad de la cancha, con duelos por la banda; ellos son un buen equipo, con gran técnico. No había que dejarles espacios; ganamos y perdimos, intentamos hasta el final, pero no pudimos quedarnos con ese empate, que hubiera sido lo más justo, por cómo fue el partido”.

Chi, chi, chi

Peirano, que fue consultado en dos preguntas por la actuación del chileno Eduardo Vargas, destacó su entrega y esfuerzo por el bien del equipo.

“Cumplió con lo que le había pedido: se ubicó muy bien, ganó y perdió como todos, pero nunca dejó de intentar y eso se valora”, dijo del chileno que fue silbado por los hinchas al ser reemplazado: “Me gustó el funcionamiento, nos faltó un poco más de precisión y claridad para esos centros que pusimos desde las bandas. Se intentó y fue productivo por momentos ese juego que tuvimos”.

“Hizo un esfuerzo muy grande en el primer tiempo”, retomó sobre el trasandino, para completar: “En algunas pelotas estuvo friccionado, pero en otras salió airoso, fue para adelante y tuvo un buen remate. Es un jugador que desnivela hacia adelante. Fue un partido muy físico, muy trabado, pero se brindó al máximo”.

También explicó por qué decidió dejar en el banco a Jeremía Recoba y Lucas Villalba: “Juego al equipo le dan todos: los que están al comienzo, los que ingresan, todos. Son futbolistas que pueden aportar de arranque o ingresando, revulsivos porque tienen velocidad, pero tienen que aprender a resolver ciertas situaciones cuando se les presentan. Es parte del crecimiento y nosotros los vamos a ayudar mucho”.

Rendirse, jamás

Sobre el arranque con dos derrotas al hilo por Libertadores y las chances de Nacional de avanzar de fase, no se rindió: “Fueron duros los dos resultados, no hay duda. Igualmente quedé esperanzado por la actitud, la forma; hay mucho para mejorar, cosas que hicimos en pasajes del partido hay que llevarlas adelante a más tiempo, en intensidad y juego hay que seguir construyendo. Tenemos que colocar a todos a nivel más alto”.

“En la Copa todavía falta. No hay que darse de baja ni mucho menos: hay que seguir con la cabeza levantada, mirando para adelante y siempre un paso al frente”, aseveró.

En referencia al duelo ante Danubio del domingo, señaló: “Ganar es una obligación. Hay que evaluar cómo terminaron los futbolistas que actuaron hoy, ya que considero que algunos pueden repetir, y después es bueno usar la estrategia de usar a otros para refrescar el equipo”.

“A mí la actitud de hoy me gustó, también cómo se brindaron, aunque el resultado nos abraza de otra manera. Uno ve las caras, el esfuerzo, la entrega de jugadores que dejaron el máximo, y con eso queda conforme”, cerró.