El final del partido entre Francia y Argentina, en el marco los Juegos Olímpicos de París y correspondiente a la rama fútbol, tuvo incidentes protagonizados por los futbolistas, que intercambiaron insultos y empujones en el campo de juego, y continuaron en el túnel.
El pitazo final marcó que los anfitriones franceses derrotaran 1-0 a los argentinos y se quedaran con un partido muy disputado y hablado (en una rivalidad que se arrastra desde el Mundial 2022), eliminando a su rival de turno y clasificando a la semifinal del torneo, en la que enfrentarán a Egipto el próximo lunes a las 16:00.
El ambiente estuvo caldeado desde el inicio, ya que el público local abucheó al albiceleste con silbidos e insultos, tanto cuando estos pisaron la cancha como en el momento del himno argentino, motivo por el que los aplausos visitantes, cuando sus jugadores saltaron al campo, pasaron desapercibidos. Luego, durante el encuentro, los franceses celebraron cada quite con gritos directos hacia sus rivales.
Hasta que, cuando el juez Ilgiz Tantashev dio por finalizado el partido, comenzó el tumulto. El francés Enzo Millot generó una bataola en Bordeaux, donde provocó al banco de suplentes de Javier Mascherano y fue expulsado. Allí se iniciaron los distintos empujones, que tuvieron a Gerónimo Rulli y Kiliann Sildillia entrelazados, entre otros futbolistas.
“Uno fue a festejar al banco de suplentes nuestro. No entendía bien lo que estaba pasando, pero después me doy cuenta que fue a festejar con los nuestros. Una cosa es festejar dentro del campo con tu gente, lo que quieras, pero después eso no me gustó. Va en cada uno”, expresó Nicolás Otamendi en TyC Sports.
“Me da mucha bronca que los jugadores pueden festejar, pueden gozar lo que uno quiera, pero a donde está la gente, los familiares y festejarles ahí a ellos..Había uno que no sé ni cómo se llamaba (Loïc Badé), que si tiene ganas de festejar que venga donde estamos nosotros y lo resolvemos ahí. Pero me da bronca eso, que les festejen a ellos sabiendo que hay chicos, familiares, no está bueno”, agregó al capitán albiceleste.
Thierry Henry, en tanto, pidió disculpas: “Al final, con lo que pasó, no estoy de acuerdo. Un jugador mío recibió una tarjeta roja y eso no lo acepto, no debe pasar. No queríamos que pasara eso, pero no pudimos controlarlo. Fui a darle la mano a Mascherano y, al darme vuelta, pasó lo que pasó”.