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Mirando para adelante

París 2024: Matías Otero, el “gusto amargo” de no conseguir diploma y el objetivo de 2028

“Es una primera toma de contacto que nos hace ver dónde estamos y qué tanto tenemos que mejorar”, dijo sobre sus primeros Juegos Olímpicos.

10.08.2024 10:50

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2024-08-10T10:50:00-03:00
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Por Andrés Cottini

Enviado a París

Matías Otero cerró su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 este sábado al finalizar 6° en la final B del canotaje en K1 1000, quedando 14° en la clasificación general. Al término dialogó con FútbolUy, y dijo que le quedó “un gusto amargo”, pero que terminó “muy feliz pese a cómo se desenlazó la carrera, que no fue como lo teníamos planeado”.

“Salí alegre, con una sonrisa, dándome cuenta de que estaba en un Juego y compitiendo contra los más grandes”, dijo, y comentó que “el plan era conseguir un diploma”. “Teníamos los tiempos y el trabajo, pero no salió. Fue un golpe un poco duro. Hacerlo bien en la final B también me valía porque es muy difícil. Tampoco salió bien. Nos desconectamos un segundo y perdimos en la regata. El trabajo no se vio 100% reflejado”, ahondó.

“Estoy conforme con lo que hice en cierta parte, aunque todavía me cueste verlo”, destacó, y añadió sobre la final B: “Fue una carrera dura de cabeza, de las que se aprende. Hicimos bien la primera parte, pero la del medio debería haber sido más fuerte. Tuve que esperar al 200 final para recuperar posiciones, porque por orgullo no quería terminar último”.

Con respecto a ese bajón que tuvo en la mitad de la regata, explicó los motivos: “Es parte mental. Es muy duro estar compitiendo ahí y el tener que llevar el ruido, el que esté un barco adelante tuyo. Te hace poner cabeza fría. Cada error son centésimas que cuestan mucho recuperar”.

“El balance es que hay que seguir trabajando para llegar a donde queremos. Es una primera toma de contacto que nos hace ver dónde estamos, qué tanto tenemos que mejorar, y qué tenemos que mejorar para ir más para adelante en los próximos Juegos”, detalló.

Sobre sus primeros Juegos, señaló: “Lo veo como un punto de partida olímpico para enfocar a Los Ángeles. Yo sabía que estos Juegos iban a ser más una toma de contacto. En Los Ángeles, en principio, va a ser la misma meta: conseguir un diploma, pero esta vez conseguirlo. Ahora ya sabemos que hay que enfocarlo con más trabajo, más disciplina y cabeza alta”.

“Aprendí que nadie regala nada y que todas las posiciones realmente importan”, indicó, y agregó: “Esto representa que podemos estar acá y que, poco a poco, vamos a empezar a meternos en el tarro de las finales, que es lo que tenemos que buscar”.

“Lo intenté para Tokio, pero el clasificatorio se suspendió por el covid. Pero no era una persona tan disciplinada y dije: ‘Esto no va más, yo quiero ir a un Juego y tengo que esforzarme más’. A partir de ahí me puse muy serio con el asunto, porque para que se hagan realidad las cosas uno tiene que trabajarlas”, apuntó.

Y cerró hablando de los cambios que hizo desde que se mudó a España: “Estar más serio a la hora de entrenar. En Uruguay, en ese momento, nos faltaban algunas condiciones para ir hacia adelante y hacían mucho más duro el camino. Perdí un poco la motivación de entrenar y competir en Uruguay. Que te presionen hace que uno saque lo mejor”.

Por Andrés Cottini