Enviado a París
Bruno Cetraro, el remero que representará a Uruguay en la categoría single, ya conoce a sus rivales del debut del próximo sábado. A las 4:48 horas de Uruguay participará en la serie 5 ante los botes de Cuba, Alemania, Zimbabue y Libia, buscando uno de los tres pasajes directos a cuartos de final. Los dos restantes irán a repechaje.
“Estoy contento por ser mis segundos Juegos Olímpicos y con el camino recorrido. Estoy disfrutando el día a día, contento y, sobre todo, preparado, que es lo importante, para salir a demostrar lo que estuvimos entrenando”, señaló Cetraro, quien experimentó un importante cambio físico en los últimos dos años, cuando dejó el doble par ligero para subirse al single.
“Fue una decisión pesada que tuve que meditar mucho, pero es algo que yo quería y ahí reside todo. Cuando uno quiere algo, el querer es poder. Tengo este sueño desde muy chiquito y hay que hacerlo realidad. La vida se trata de perseguir esos sueños y disfrutar cada camino”, apuntó el remero que fue cuarto en los últimos Juegos Panamericanos.
“La etapa con Felipe [Klüver en el doble ligero] fue muy linda y sabía tenía que rendir, pero había que arriesgarse. El que no arriesga no gana. Fue un año de mucha intensidad al subir de categoría, y de trabajar mucho en lo personal, en lo mental y lo espiritual, en ese camino de autosuperación. Hay que confiar y creer en que uno puede, esa es la clave del éxito”, dijo.
“El single es un bote particular. Juega lo físico, pero el bote también lo impulsa el creer en uno, porque si uno no cree, el bote se frena remada a remada. Fue un camino duro. A veces uno ve a uno más grande y cree que la tiene más difícil, pero internamente somos todos iguales. El alemán medirá dos metros, pero también tiene miedos y ansiedades”, agregó.
“A veces uno se queda solo con lo que siente uno respecto a los rivales, pero se olvida que el rival también siente respecto a uno. Alguien se puede sentir intimidado por una persona más baja que esté a la par”, dijo Cetraro, quien trabajó mucho en lo mental con su madrina, una terapeuta holística que lo acompaña.
“A veces se gana y a veces se aprende. Mi sueño está ahí, y para eso entreno todos los días. Si no es ahora, será más adelante. Yo no bajo los brazos y esa es mi filosofía”, agregó Cetraro, quien se radicó en Sevilla para estar cerca de los torneos más exigentes y codearse con los rivales de más nivel, a los efectos de elevar el suyo.
“Si uno compite con ellos es porque también es de los mejores del mundo. Todos los países intentan llegar acá y no están todos. A veces nos menospreciamos, pero nosotros también estamos y tenemos las mismas posibilidades de lograrlo. A la hora de largar, nos ponemos todos en línea recta. Si uno cree que el otro tiene más posibilidades, le está dando ventaja porque le está dando su convicción. Y no puede ser así”, afirmó.
“Mi expectativa es ir a dar lo mejor de mí. Eso tiene que ser lo más importante y voy por todo. La posición se verá el 3 de agosto”, concluyó Cetraro.