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París 2024: Bruno Cetraro clasificó a semifinales del remo con una gran actuación

El remero uruguayo se metió entre los 12 mejores de los Juegos Olímpicos, dejando por el camino al último campeón panamericano.

30.07.2024 07:03

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2024-07-30T07:03:00-03:00
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Por Andrés Cottini

Enviado desde París

Bruno Cetraro sigue confirmando su gran momento en los Juegos Olímpicos. Este martes, en la madrugada uruguaya, terminó tercero en su serie de cuartos de final del single scull y clasificó a las semifinales del próximo jueves a las 4:50 horas.

El remero uruguayo tenía que terminar entre los tres mejores de su serie de cuartos de final para seguir en carrera, y lo logró con casi cuatro segundos de margen, quedando más cerca del primero que de su más inmediato perseguidor.

Con un tiempo de 6:51.43, Cetraro terminó tercero detrás del neozelandés Thomas MacKintosh (6:48.01) y el danés Sverri Nielsen (6:49.69, cuarto en Tokio 2020), y dejó por el camino al brasileño Lucas Verthein Ferreira (6:55.36), quien hace un año se colgó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos.

El uruguayo está entre los 12 mejores del mundo, y el próximo jueves a las 4:50 horas buscará un lugar en la final, para lo que necesita volver a posicionarse entre los tres mejores de su regata. En la misma serie estarán el belga Tim Brys, el neozelandés Thomas MacKintosh, el neerlandés Simon van Dorp, el lituano Giedrius Bieliauskas y el japonés Ryuta Arakawa.

En la otra semifinal aparecen los rivales a priori más fuertes, como el griego Stefanos Ntouskos (oro en Tokio 2020), el croata Damir Martin (bronce en Tokio 2020) y el danés Sverri Nielsen (cuarto en Tokio 2020), junto al bielorruso Yauheni Zalaty, el alemán Oliver Zeidler y el rumano Mihai Ciruta. La final será el sábado a las 4:43.

Cetraro, que fue diploma olímpico al ser finalista en el doble par ligero de los últimos Juegos Olímpicos junto a Felipe Klüver, decidió cambiar de modalidad para París 2024, lo que le obligó a cambiar su físico para competir en el bote que siempre definió como “un sueño”.

Por Andrés Cottini