El estadio Defensores del Chaco fue el escenario de un nuevo capítulo de
violencia en las tribunas, cuando el partido entre Cerro Porteño y 2 de Mayo
tuvo que ser detenido al cuarto de hora de la segunda mitad por una grave pelea
entre los barras del Ciclón.
El juez del encuentro no tuvo más remedio que suspender el cotejo
con el tanteador igualado sin goles, cuando los componentes de ambos grupos de
hinchas comenzaron a lanzarse objetos y a agredirse de forma multitudinaria en
una auténtica batalla campal.
La fiscal encargada del caso, Patricia Sánchez, confirmó a
EFE que hasta el momento no ha habido ningún detenido, tampoco procesados.
“Ordené diligencias investigativas con las cámaras de seguridad” para dar con
los responsables, detalló la funcionaria.
El Comisario Milcíades Candia, informó en el medio local ABC
Color que no hubo detenidos porque los agentes del orden priorizaron la
salvaguarda de los hinchas, especialmente de los niños, y que será la Fiscalía
la encargada de identificar “posteriormente” a los cabecillas.
Mientras numerosos seguidores se enzarzaban en la pelea,
otros muchos, en su intento de escapar de la refriega, tuvieron que saltar las
vallas para abandonar la zona y no ser heridos. Incluso algunos jugadores
locales se encaramaron a las protecciones para intentar calmar la situación,
con manguera de agua hacia los responsables incluida.
Cerro Porteño emitió un comunicado en el que manifestó su “total
repudio y condena de manera enérgica” hacia los “lamentables hechos”
ocasionados por las barras organizadas 'La Plaza' y 'Comando', a los que
prohíbe de manera inmediata su ingreso a la sede del club y a los partidos que
dispute como local.
Asimismo, anunció que tomará las acciones inmediatas para
identificar a los involucrados en los incidentes y expulsarlos como socios si
es que revisten dicha condición, así como prohibirles su entrada de por vida.
Además, precisa que colaborará e instará a las autoridades competentes a la
persecución y sanción de dichos hinchas.
Cerro Porteño, por otro lado, se disculpó con las familias
que acudieron al estadio y “no pudieron disfrutar de una noche que suponía ser
de unión, aliento y celebración”.
Sus dirigentes y jugadores se unieron en la condena por los
sucesos. El argentino Juan Manuel Iturbe, por ejemplo, aseguró en sus redes
sociales que “más que una VERGÜENZA, es una tristeza todo lo ocurrido” y que “mataron
al fútbol y la verdadera gente no tiene la culpa. ES UNA PENA”.
La Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), por su parte,
precisó en otro comunicado que el caso queda en manos del Tribunal
Disciplinario para tomar una resolución sobre qué ocurre sobre el encuentro,
último de la tercera jornada del Torneo Apertura.
EFE / FútbolUy