“Luqueño facturaba por jugadores, pero el dinero iba a empresario brasileño”, tituló este lunes un informe del periodista Juan Carlos Lezcano en el diario paraguayo ABC Color, y aclara que la referencia es para Francisco ‘Paco’ Casal, nacido en territorio brasileño.
Los hermanos Óscar y Ramón González Daher llevan años haciendo y deshaciendo a su antojo en Sportivo Luqueño, un club que desde 2003 a la fecha transfirió al exterior a más de 130 futbolistas, muchos de los cuales no saben ni dónde queda el club. Y lo que es más grave, nadie tiene certeza de dónde está el dinero generado a partir de esas transacciones.
Los uruguayos Felipe Avenatti y César Faletti, surgidos en River Plate y Cerro respectivamente, estuvieron en Paraguay a comienzos de julio de 2017 y firmaron un contrato de dos semanas con Sportivo Luqueño. Los dos jugaban por entonces en el Ternana de la Serie B y pasaron a filas del Bologna, en la Serie A.
La triangulación o “pase puente” de los atacantes representados por el Grupo Casal llamó la atención de las autoridades paraguayas, que estiman que el Bologna desembolsó ocho millones de dólares por los jugadores. Un informe emitido por la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero en Paraguay determinó que el club fue utilizado como un pasamanos.
Walter Gustavo Benítez, el entonces presidente del equipo paraguayo, firmó la cesión de los derechos de los futbolistas uruguayos a One Managment & Media LLP, una empresa con domicilio declarado en Londres que es propiedad de Casal.
“El informe técnico señala que Luqueño recibió hasta abril de 2019 un total de seis pagos por los pases de los jugadores uruguayos. Eso sí, el dinero no se quedaba en el club: era enviado a una cuenta en una casa de bolsa que no es identificada en el informe pero que tenía como cliente a One Management, la empresa de Casal”, añade ABC Color.
De los 2.499.762 euros transferidos desde el Bologna a Sportivo Liqueño entre agosto de 2018 y abril de 2019, apenas 1.473.389 fueron transferidos a una casa de bolsa en Asunción entre octubre de 2018 y abril de 2019, con One Managment & Media LLP como presunto beneficiario final.
Los movimientos encendieron las alarmas de Reportes de Operación Sospechosa y un informe técnico confirmó que los González Daher utilizaron a Sportivo Luqueño con el fin de simular pases de futbolistas a los efectos de justificar movimientos de dinero. Los jugadores figuran en los registros del club, aunque nunca llegan a calzarse la camiseta, y así quedan justificados importantes ingresos.
“Según una denuncia presentada ante la Fiscalía por Richard Torres Insaurralde y José Leandro Villalba Baruja, aquel esquema se estaría usando para lavar dinero”, añade el mismo artículo.