Palmeiras perdió 2-0 de local en un dramático partido ante River Plate por la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores, y al menos en el campo de juego no celebró la clasificación a la final con un global de 3-2. Las zozobras que pasó el equipo verde hicieron que el festejo fuera mesurado y puertas adentro, tras sufrir demasiado ante un rival que lo superó por todos lados.

“Me gusta mucho la psicología, es uno de los componentes que amo. La intensidad del sentimiento de pérdida es el doble que el de victoria. El partido de hoy fue muy mental. Ellos estaban anímicamente más fuertes en el descanso. Tuvimos que sufrir y clasificamos gracias al gran partido que jugamos en Argentina”, reconoció Abel Ferreira, entrenador del Verdao.

“En la ida pudimos haber hecho cinco goles, errando dos abajo del arco en el final. Allá fuimos muy superiores. Hoy el rival fue superior y es fácil admitirlo. Si a los 10 minutos Rony hacía el gol (en un mano a mano que ganó el arquero Franco Armani), liquidábamos y los matábamos anímicamente. Después el rival se puso fuerte con los dos goles y nos tocó sufrir”, analizó.

“Fue muy evidente después del segundo gol que estábamos perdiendo una ventaja que no podíamos perder”, admitió el director técnico portugués. “Fue una de las mejores derrotas que tuvimos, tanto Palmeiras como yo. Era un buen momento para perder”, añadió, y valoró haber podido escalar “una montaña muy grande” como River Plate gracias sus jugadores, de quienes dijo que “son unos guerreros”.

“Marcelo Gallardo es mejor entrenador que yo y sus jugadores tienen más experiencia que los nuestros. Pero la única forma de ganar experiencia es esta; vivir y atravesar situaciones como la de hoy”, reconoció Abel Ferreira, quien renunció al PAOK de Grecia hace poco más de dos meses para asumir en Palmeiras, donde buscará la gloria máxima el 30 de enero en Maracaná.