Neymar se retiró del Estadio Centenario con una bota ortopédica y mucho temor. A poco de finalizar el primer tiempo se sintió en la rodilla izquierda y tuvo que pedir el cambio, por lo que fue retirado en camilla con claros síntomas de dolor y hasta lágrimas en sus ojos.

La sanidad de la selección brasileña resolvió que no viajara de inmediato a Arabia Saudita para reincorporarse a su club, Al-Nassr. De hecho, fue sometido a estudios para confirmar o descartar una lesión grave, que todavía está latente.

Rodrigo Lasmar, médico de la Canarinha, dijo el mismo martes de noche haber hecho “todas las pruebas” y adelantó que serían repetidas el miércoles porque las primeras 24 horas “son importantes para ver cómo responde la rodilla y su inflamación”.

“Los exámenes por imágenes van a aportar un diagnóstico definitivo”, sostuvo, aunque adelantó que se trata de un “esguince importante”. Consultado por una lesión a nivel de los ligamentos, no la descartó pero afirmó que “es muy prematuro hablar de eso”.