Newell’s Old Boys vive un buen presente e ilusiona a sus hinchas, que necesitan un poco de esa algarabía considerando que no celebran un título desde 2013 y que vienen de ver a Rosario Central, su eterno rival, coronarse campeón hace un par de meses.

Tras ganar los primeros dos partidos de la Copa de la Liga del fútbol argentino en condición de visitante (1-0 ante Central Córdoba y 2-0 contra Lanús), el conjunto rojinegro llenó el estadio Marcelo Bielsa este domingo y le ganó a Belgrano 1-0 con gol de Juan Ignacio Ramírez.

Al término del cotejo, que contó con la presencia de cuatro uruguayos como titulares (Armando Méndez, Rodrigo Fernández Cedrés, Guillermo May y el Colo Ramírez), Mauricio Larriera celebró con todo. El entrenador uruguayo festejó eufórico el pitazo final y su idea de a poco va convenciendo a futbolistas y fanáticos.

Entre los jugadores está Éver Banega, el hijo pródigo que volvió a su casa y se lleva todos los aplausos. El dueño de la camiseta 10, autor de una exquisita asistencia de gol, se llevó los aplausos al ser sustituido y, una vez en el banco de relevos, se lo vio cantando una de las canciones de la hinchada leprosa.