El pasado lunes, Nacional decidió dar por finalizado el ciclo de Álvaro Recoba luego de lo que fue la derrota 3-0 frente a Cerro, que jugó una hora con un jugador menos. Desde ese día, el Tricolor se encuentra sin entrenador, pero todo parece indicar que Martín Lasarte será el sustituto del Chino de cara al segundo semestre del año.
Junto a Recoba se marcha su cuerpo técnico, el cual se mantendrá unido para el próximo proyecto que acepte. Entre ellos está Nelson Abeijón, en su rol de asistente, quien explicó lo que siente: “Es muy complicado porque, más allá de que uno tiene su poca experiencia como entrenador y sabe que esto puede pasar, siempre se espera una oportunidad más de revertir la situación”.
“Las cosas pasan por algo. Hay que tratar de seguir adelante. Me pegó mucho porque es como que me echen de mi casa. No lo pude superar todavía”, dijo a 100% deporte de radio Sport 890, y añadió: “El día de la conferencia [martes], después de la práctica, fuimos a Los Céspedes a despedirnos de los jugadores y fue el momento más complicado”.
“Cada gol que nos hacían y cada derrota nos golpeaba el doble porque somos hinchas”, destacó. “Somos realistas y sabemos que perder 3-0 con Cerro con uno menos, con todo el respeto que le tengo, no es normal, y más en la situación en la que veníamos de partido a partido”, profundó el Abeja acerca de los resultados obtenidos.
Con respecto al juego desplegado por el equipo, mencionó: “Nunca sentí desconfianza, pero sí que teníamos que dar demasiados exámenes: ganar y jugar bien, ganar y hacer cinco goles, ganar y esto, ganar y lo otro. ¿Quién no quiere jugar bien al fútbol? Todos queremos, pero lo principal es ganar”.
Después del partido con Cerro, “los jugadores se querían matar, pero no por nosotros, sino porque nadie quiere perder de esa manera”. Y agregó: “Y ellos juegan en Nacional, ¿quién no se va a querer matar después de perder 3-0 con Cerro con uno menos?”. Luego halagó a Diego Polenta: “Vino a saludarnos porque es un capitán de verdad, que se preocupa por todo. Imaginate la calentura que tenía e igual lo primero que hizo fue ir a darle un abrazo al Chino y decirle ‘estamos contigo’”.
“En mi vida no veo nunca un final, veo un nuevo comienzo. Soy muy positivo, pero me lo podía imaginar. Es difícil que después de un 3-0 y por cómo veníamos nos dieran una oportunidad más”, expresó, y aseguró que el partido que los termina de sacar es el perdido con Libertad por Copa Libertadores: “Fue un golpe muy duro para todos. Era un partido lindo para haberlo ganado y cumplir un objetivo que habían conseguido los jugadores. No es todo tan fácil como se ve”.
“Lo que más me duele es lo demasiado crítico que se fue con una persona que es ídolo de Nacional. Recibió críticas muy fuera de lugar. Tenés todo el derecho a opinar de cómo plantea los partidos, cómo dirige, cómo hace los cambios, a qué se juega, pero vi demasiado esa mala onda y agresividad de más. Entiendo que si hubiésemos andado de taco le daban para adelante, pero hablo de esa gente que lo tenía como ídolo y que, de repente, pasara a ser odiado. ¡Pará, es fútbol!, vamo’ arriba”, explicó.
Sobre el trabajo realizado, dijo: “Nosotros hicimos dos años en Tercera y pasamos a Primera, y en Nacional, que no es lo mismo que en un equipo chico. Manejás otro tipo de cosas. Como cuerpo técnico, tuvimos un muy buen manejo humano y cada día y dolor es aprendizaje, pero en un equipo como Nacional esas cosas no las tenés porque te exigen resultados, modelo de juego, y te exige la gente”.
“Nunca me importó lo que hizo Peñarol como jugador y menos cuando entrenaba. Hicieron una buena campaña, felicitaciones, pero nosotros también. No podés estar mirando lo que está haciendo el otro”, apuntó, y cerró: “Nos perdimos un clásico; fuimos al Campeón del Siglo y dominamos. Si vamos a comparar, tiene que ser ahí”.