La nadadora uruguaya Nicole Frank viajó a Estados Unidos a finales del 2019 con la idea de entrenar y competir para pelear por su gran sueño: clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (ahora 2021).
Frank, por intermedio de la una beca de la Federación Internacional de Natación (FINA), llegó al club Azura del estado de Florida, donde, con tan solo 16 años, decidió emprender el camino rumbo a cumplir sus metas.
Luego de algunos meses de duro entrenamiento comenzaron a llegar los resultados y a mediados de marzo quebró dos récords nacionales; en los 200 metros combinados y 200 metros libres del "Speedo Sectionals".
Todo comenzaba a recorrer los carriles normales hasta que se vino lo inesperado, la paralización del deporte por la crisis sanitaria y allí hubo que adaptarse no solo a pasar por la pandemia lejos de casa, sino que también a hacerlo sin poder pasar por un tiempo por la piscina.
En sus palabras
"Cuando empezó todo esto del coronavirus con mi familia decidimos que me quedara acá y siguiera entrenando", dijo Frank a FútbolUy y comentó: "en Azura estamos entrenando desde el principio a través del zoom, unas 10 veces a la semana con trabajos de tierra".
"Tengo la suerte de no estar sola", explicó y contó: "en la casa donde vivo estoy muy bien acompañada, tanto con las compañeras que viven conmigo, como por la familia que nos está alojando, que por suerte me quieren y me tratan como una hija más. Además, obviamente, todos los días hablo con mi familia y mis amigos de Uruguay".
"Ya pasaron 3 meses y actualmente seguimos entrenando igual, en casa", contó la nadadora del club Olimpia que pudo volver al agua hace muy poco tiempo: "conseguí una piscina particular para nadar tres veces a la semana con gomas resistidas. Esa es una oportunidad increíble, porque no hay actividad física que iguale la sensación dentro del agua, que es algo súper importante para el nadador. Creo que nunca había pasado tanto sin estar en contacto con una piscina".
"En lo personal considero que la pandemia me está dando un ‘pequeño descanso' para que cuando vuelvan los entrenamientos con normalidad, lo haga más fuerte que nunca. En este momento no tenemos muy en claro cuándo van a abrir nuestras piscinas, así que no se puede planear mucho a futuro. Lo qué si sé, es que estoy con muchas ganas y más motivada de lo que ya estaba para seguir entrenando fuerte", expresó.
Tokio 2021
La clasificación de los nadadores uruguayos para los Juegos Olímpicos presenta dos grandes caminos, el primero se basa en conseguir la marca "A" que aseguraría directamente su lugar en la cita y el restante pasa por los denominados cupos de universalidad.
Estos últimos parten de la posibilidad que otorga la Federación Internacional de Natación (FINA) para que cada país afiliado pueda concurrir representado por un hombre y una mujer, a pesar de que no hayan conseguido la marca mínima.
Recordemos que el criterio que adoptó la Federación Uruguaya de Natación es que el cupo lo ganará el uruguayo que se acerque más a la marca "B" en su prueba.
"Es algo que todavía no se sabe que va a pasar", dijo sobre la búsqueda de la clasificación: "y mucho menos se sabe quién va a ir, en lo personal estoy entrenando para eso".
"Soy consciente que recién tengo 16 años, me falta mucho trabajo y camino por recorrer", dijo Frank analizando la situación y agregó: "clasificar a los Juegos sería todo un sueño".
"De lo malo, hay que tratar de ver siempre lo bueno y esto de la pandemia y la postergación de Tokio, lo veo como una gran oportunidad para tener más tiempo para entrenar y poder soñar a clasificar con marca. Mi enfoque viene por ese lado", algo que no sucede con una nadadora uruguaya desde la cita de Atenas 2004 de la mano de Serrana Fernández.
"Anhelo llegar a unos Juegos Olímpicos con marca. Pueden ser estos, o los próximos de París (2024), pero el tiempo y el trabajo lo dirán. Tengo la suerte de que mucha gente me apoya, me acompaña en todo esto y estoy muy agradecida por eso", finalizó.