La nadadora uruguaya Micaela Sierra retomó los entrenamientos en la piscina del club Coral Springs, en Florida, Estados Unidos, luego que el mismo reabriera sus puertas y con la novedad de que se mete de lleno en la pelea por la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.

"Estuve unas ocho semanas entrenando en la piscina familiar atada a la cuerda y haciendo gimnasia con lo que podía para mantener la forma física", dijo la nadadora de 15 años a FútbolUy y mencionó: "cuando me avisaron que abrían la piscina del club me dio una alegría tremenda".

No la para ni la cuarentena! Como no estar orgullosa?????? https://t.co/yLzB254wyx pic.twitter.com/PXkFEcd6TI

— leslie graf (@les2611) April 25, 2020

Sierra contó que el retorno a los entrenamientos en su espacio natural implicó tener que llevar adelante medidas exigentes de seguridad: "hay que registrarse a diario en los horarios que vamos a utilizar la piscina, solo se habilita un nadador por andarivel, todas cuestiones relativas a los cuidados sanitarios".

Recordó que el primer día que nadó en su retorno a Coral Spring: "me costó un poco, principalmente avanzar con continuidad, ya que estaba acostumbrada a entrenar en la cuerda por varias semanas. También en el manejo de la respiración, por suerte con los días todo volvió a la normalidad".

La defensora de Biguá en nuestro país relató que por ahora trabaja sin su entrenador presente en la piscina: "eso afecta un poco la parte técnica, porque no te ve nadando para corregirte en el momento. Pero hablo todos los días, le mando videos, me manda los trabajos a realizar y me controla mucho".

"Si bien por la pandemia no podemos proyectar competencias en el corto plazo, mi motivación son los Juegos Olímpicos de Tokio 2020", narró y finalizó: "eso me ayuda a mantenerme muy fuerte en lo mental y no perder ni un minuto de trabajos para pelear por mi sueño".

Pensando en Tokio

La clasificación de los nadadores uruguayos para los Juegos Olímpicos presenta dos grandes caminos, el primero se basa en conseguir la marca "A" que aseguraría directamente su lugar y el restante pasa por los denominados cupos de universalidad.

Los mismos parten de la posibilidad que otorga la Federación Internacional de Natación (FINA) para que cada país afiliado pueda concurrir a la cita representado por un hombre y una mujer, a pesar de que no hayan conseguido la marca mínima.

Uno de los requisitos para acceder al mismo era haber participado en el último mundial anterior, es decir el que finalizó en julio del 2019 en Gwangju, Corea del Sur, donde por Uruguay fueron: Martín Melconian, Enzo Martínez, Inés Remersaro y Nicole Frank.

Esto dejaba sin chances a Sierra hasta este miércoles, cuando se dio un "giro de tuerca", día en que se presentó un recurso para que se pueda tener en cuenta a la nadadora a pesar de que no hayan participado en el Mundial teniendo en cuenta la extensión del plazo de clasificación y el traslado de los Juegos para el 2021.

Esto abrió definitivamente la chance de la uruguaya, ya que en caso de que ninguna celeste consiga la marca "A" en la rama femenina (no sucede desde Atenas 2004 con Serrana Fernández), peleará por la clasificación con sus pares.

Recordemos que el criterio que adoptó la Federación Uruguaya de Natación es que el cupo lo ganará quien se acerque más a la marca "B" en su prueba.