Rafael Nadal mostró este lunes su ambición de jugar en las finales de Copa Davis y dijo que no viajó a Málaga con la selección española para retirarse, sino para intentar ayudar al equipo a ganar la Ensaladera, aunque todavía no esté confirmada su participación, algo que mañana decidirá el capitán David Ferrer.
“No estoy aquí para retirarme, estoy para ayudar al equipo a ganar. En los últimos dos meses y medio he intentado trabajar lo más duro posible”, aseguró el manacorí en rueda de prensa después de haber completado desde el pasado viernes entrenamientos de alta intensidad para estar disponible para el equipo español.
Reconoció que es “difícil coger el nivel de constancia y rodaje” al haber competido poco este año y apuntó que no sabe cómo puede responder si llega “a jugar algún partido” porque lleva “meses jugando muy poco en el circuito”, por lo que se prepara “al máximo para llegar lo más preparado posible”.
“Lo demás son especulaciones y no me gusta hacérmelas”, añadió Nadal, que en caso de jugar este martes “seguro” que lo hará “con la máxima ilusión y determinación al máximo”. “Será difícil elegir para el capitán”, dijo en referencia a David Ferrer, presente en la comparecencia que se desarrolló en un hotel de Fuengirola, donde el capitán no quiso desvelar el orden de juego porque lo decidirá mañana, día del debut de España ante Países Bajos.
“No hay despedida ideal”
El tenista ganador de 22 títulos de Grand Slam fue el protagonista casi único de la rueda de prensa, con más de 100 periodistas de todas las partes del mundo. Le acompañaron también Carlos Alcaraz, Roberto Bautista, Marcel Granollers y Pedro Martínez, además de David Ferrer, aunque su retiro centró casi todas las preguntas.
El rey del polvo de ladrillo resumió sus sentimientos: “Se acaba una época, han sido muchos años compartiendo muchos de ellos. Llevo muchos años en el circuito y entiendo que mucha gente ha crecido viéndome jugar. Pero bueno, es parte de la vida misma y ahora me toca a mí”.
“No hay despedida ideal, no es algo que me preocupe, mi despedida será la que vaya a ser. Sería fantástico estar todos competitivos e intentando ganar la Copa Davis. Voy a disfrutar al máximo, sea como animador desde fuera o estando en la pista ayudando”, resumió.
El mallorquín trató de quitarle peso mediático a su adiós: “La despedida no tiene por qué generar ninguna importancia, la despedida va a ser y no hace falta comparar. No nos tiene que distraer. La habrá, porque las cosas en la vida tienen un principio y un fin, pero en la cabeza de todos lo importante es la Davis”.
“No estoy preocupado por el próximo capítulo de mi vida. ¿Qué echaré más de menos?, el sentimiento de competir, el estar en la pista y sentir la atmósfera de los aficionados”, añadió en este sentido.
Aseguró que vive estos días previos “con normalidad” y “no con una montaña rusa de emociones”, porque es algo que ya tenía “aceptado”. “Soy una persona bastante sensible, pero intento relativizar las cosas en los malos y buenos momentos”, puntualizó.
Nadal dejó una reflexión sobre la decisión de abandonar el deporte profesional: “No he terminado quemado del tenis como ha terminado otra gente. Si pudiera, seguiría jugando al tenis, pero no tengo oportunidad de jugar al nivel que me compense a nivel personal”.
“La decisión de retirarme la tenía tomada de hace algún tiempo, pero me he querido dar la oportunidad porque me gusta tener la certeza de que lo que hago es lo que quiero hacer y no quedarme con la duda de qué hubiera pasado. Quería tener la tranquilidad de haberme ido con el esfuerzo”, subrayó.
EFE / FútbolUy