Un precioso primer tiempo llevaron adelante Nacional y Sud América en el Parque Central, al que solo le faltó el gol, aunque chances hubo de sobra.

Las intenciones y las virtudes de ambos equipos estuvieron de manifiesto en todo momento, alternándose el control del juego.

El primer tramo del encuentro mostró un poco más eficiente a Nacional, tratando de leer el planteamiento de la IASA y buscando la forma de inquietar a Baroja.

Los envíos por alto fueron el método que utilizaron los de Lasarte para generar dos llegadas antes de los 8', que en los pies de Victorino y Ramírez, en la segunda pelota, alertaron a la última zona naranjita.

Pero Sud América corrigió enseguida algún desajuste y pasó a manejar el partido. Con una muy buena distribución de la pelota, presionando con criterio y con Colman como su hombre más peligroso en ataque.

El delantero complico con dos llegadas claras, una tras un robo de Arismendi en la presión, que por poco no significaron la apertura del score. También Barboza tuvo una chance de gol con un notable remate de afuera del área que Conde desvió en gran respuesta.

Luego Nacional trabajó mejor en defensa y entendió que debía ser más vertical en sus salidas. Así creó nuevamente un par de opciones de gol que no supo resolver. Sebastián Fernández ganando por el medio un envío de Ramírez la mandó apenas por encima del travesaño. Luego el propio Kevin probó de afuera y Baroja la desvió al córner.

Ya en el último cuarto de hora de la primera etapa el partido se volvió a equilibrar, siendo el equipo buzón el que mostraba mejor pie e ideas colectivas al momento de progresar.

Sin embargo en las dos ocasiones que Nacional pisó el área hubo sendos penales que Ostojich desestimó. Uno muy evidente por falta a Hugo Silveira cuando enganchaba desde la raya de fondo hacia el medio. El otro casi imperceptible por una mano de Carrera para cortar un centro que caía detrás de Ranmírez.

Evitando la ansiedad

En la segunda parte Nacional trabajó de manera más consistente y logró desconectar el circuito del medio campo que generaba el fútbol de Sud América.

Con las subidas de Otálvaro y Fucile por las bandas, la movilidad de Silveira incluso saliendo del área para ofrecerse, y el incansable trabajo de Ramírez, el tricolor fue poco a poco llevando el partido sobre el área de los buzones.

Un remate de lejos del Colo Romero al comienzo daba pauta de lo que iba a ser la segunda parte, donde el bolso mejoró aún más con los ingresos de Ligüera y Sebastián Rodríguez.

Nacional disponía de pelota y cancha pero faltaba algo más para encontrar ese gol antes de entrar en los minutos finales y caer en la desesperación.

Sobre la media hora empezó a aparecer el peligro sobre el arco de la visita. Un par de resbalones en la salida naranjita generaron dudas, y fue en la segunda -Godoy la pierde ante Silveira- donde más claramente Nacional tuvo el primero, sin embargo el ex Cerro prefirió pasarla en vez de rematar y desperdició la chance.

El que no dejó pasar la suya fue Ligüera. El 10 entró por detrás de la defensa en busca de un envío largo de Viudez, la pelota superó al zaguero y el floridense tocó de cabeza por encima del meta.

Luego vino la expulsión de Camargo y la consolidación en ataque de Nacional, que en los pies de Ligüera pudo haber anotado el segundo. Pero la diferencia por mínima es justa y fiel reflejo del partido. El bolso ganó de nuevo y sigue primero junto a Danubio.