Peñarol propuso a Nacional postergar el clásico de la sexta fecha del Clausura, que se jugará en el Campeón del Siglo el sábado 21 o domingo 22 de setiembre, porque caerá en medio de los partidos de cuartos de final de la Copa Libertadores, instancia que los dos clubes podrían alcanzar de sortear sus series de octavos ante The Strongest y San Pablo, respectivamente.
Los albos rechazaron la idea, y el delegado aurinegro en la Asociación Uruguaya de Fútbol, Julio Trostchansky, especuló con que su rival no tiene confianza de pasar de fase, dejando abierta la interpretación de que pretenden obtener una ventaja deportiva al enfrentar, ya eliminados de la Libertadores, a un rival que podría seguir en carrera.
“Ahí está la diferencia. Yo tengo plena confianza de que vamos clasificar a la siguiente ronda, y quizás no todos tienen esa misma confianza en cuanto a los otros clubes. Peñarol planteó a Nacional un acuerdo para posponer el clásico de la sexta fecha, que quedará en el medio de los partidos de ida y vuelta de los cuartos de final, en el entendido de que, desde el punto deportivo, era lo mejor”, explicó Trostchansky a Sport 890.
“Pero lo queríamos hacer sin resultados a la vista, ya sea porque uno alcance los cuartos de final, o los dos. Nacional nos contestó que no, que quieren pensarlo un poco más. Creo que va de la mano de la convicción y confianza que tenemos de que realmente vamos a llegar a cuartos de final. Nosotros la tenemos 100%”, reiteró.
“El beneficio deportivo por postergar el clásico lo íbamos a tener los dos cuadros. La posibilidad de que ese beneficio deportivo tuviera que ver con el clásico también es real, porque el clásico está fijado para esa fecha. La diferencia es la confianza de uno y otro cuadro de avanzar. Apuestan a ver qué pasa y ver si toman la decisión o no”, añadió.