La instrucción de un expediente a Nacional por parte de la Comisión Disciplinaria de la AUF a raíz del banderazo realizado por algunos hinchas en el entrenamiento del sábado en Los Céspedes “tomó por sorpresa” a los tricolores y “sucedió de forma abrupta, sin ninguna intervención voluntaria de la institución”. Así lo explicó Enrique Campos, delegado del club ante la AUF, al programa Vamos que vamos, de la 94.7 FM.

“El propio informe de seguridad de la AUF en su denuncia dice que hubo gente que irrumpió en el predio, lo que demuestra que no fue algo querido por el club. Es importante aclarar que no deben suceder esas cosas porque hay un protocolo a respetar. El primer mensaje es no saltear esos protocolos, pero lo que sucedió no es un incumplimiento del protocolo por parte del club”, expresó.

Nacional tiene cuatro días hábiles para presentar sus descargos a la Comisión Disciplinaria, ante la que argumentará que el personal de seguridad se vio desbordado por la situación. “Son cinco personas como máximo. En los videos que circularon se vio a decenas de personas. ¿Cómo pretender que un guardia de seguridad se enfrente a toda esa gente que no respeta un parate?”, afirmó.

La Comisión Disciplinaria “no tendría competencia”

“Tenemos grandes dudas de que el código disciplinario sea aplicable en este caso, pero no me gustaría entrar en demasiados detalles porque son cuestiones que deben ser ventiladas ante la Comisión Disciplinaria”, comentó, y dijo que en su opinión “no tendría competencia la comisión en lo sucedido en un entrenamiento”, por lo que confía en que se archive el expediente y no haya sanción por entender que “no se configuró un incumplimiento”.

“¿Cómo exigirle a un jugador cuando irrumpe tanta gente que salga corriendo o se aleje? No es fácil para el jugador tomar una decisión. La postura de los futbolistas fue tratar de que todo pasara rápido después de que hubiera un mínimo contacto. Gustavo Munúa suspendió la práctica y de inmediato los hinchas se fueron”, dijo.

“Lo del sábado fue diferente a los banderazos que se organizaron por el club, donde había una voluntad concreta. Esto fue de golpe. Aún así hubo una gran pericia de la gente de seguridad, que de a poco los fue convenciendo. El contacto fue mínimo y nada mayor a lo que ocurre en la diaria de un jugador en su vida normal, donde van al supermercado y se sacan fotos con la gente”, añadió.

La pirotecnia

Sobre el expediente que hace referencia a la pirotecnia arrojada desde la tribuna Olímpica minutos antes de comenzar el clásico, dijo que “no quisiera ser contundente ni definitivo”. Explicó que se pasó a la Comisión de Seguridad de la AUF una lista de personas que iban “a colocar las banderas y a vigilarlas ante vientos o cualquier inclemencia temporal que pudiera jugar en contra”, y que “estaba autorizado el humo controlado”.

Además, dijo haberse enterado un día después del partido ante Peñarol que “hubo un permiso de armamento del Ministerio del Interior para ingresar unas bombas de estruendo, y fue lo que se ingresó”, por lo que confía en que no haya una sanción.

Por otra parte, recordó que “esos reglamentos están previstos para cuando hay público”. “¿Es aplicable cuando no hay público? También hay que hilar muy fino en el concepto de pirotecnia y bomba de estruendo. No es todo lo mismo y no debemos pallar. Hay que informarse bien de qué es cada cosa para establecer si se violó las normas o no”, concluyó.