El ritmo, la dinámica, las chances de gol, todo lo bueno que hizo Nacional en el partido lo produjo en la primera etapa. En la segunda, ya con el partido liquidado ante la poca oposición de su rival, el equipo bajó el perfil, se dedicó a regular y casi no pisó el área adversaria.
La ventaja de dos para Nacional apareció en los primeros 45 minutos, donde la diferencia perfectamente pudo ser mayor. Un solo equipo en la cancha hubo en el Parque Central, que dominó en forma permanente y generó siete situaciones de gol sobre el arco de Odriozola.
La apertura llegó a los 13 minutos, cuando ya los de Lasarte habían tenido un par de chances. Kevin Ramírez ganó en el área sobre la marca de Techera después de un saque lateral y definió de derecha para el primero.
El control del juego del bolso era nítido, ante un elenco picapiedra que casi no pasaba la mitad de la cancha. Muy bien Romero en la mitad de la cancha, Viudez mucho más encendido que el partido pasado y Sebastián Fernández notable en el ataque.
Fue justamente Papelito el que le daría el segundo gol a Nacional, definiendo de manera soberbia a los 36 minutos y poniendo justicia a lo sucedido en la primera etapa.
La dieferencia abismal de la primera etapa hacía augurar más goles para el período final, sin embargo la historia cambió. Y no por Rampla, que igual mejoró lo poco que hizo en el primer tiempo, sino por Nacional.
El equipo local no trabajó de la misma manera, fue más previsible en ataque y la mitad de la cancha se mostró errática, tanto que el técnico tuvo que hacer cambios para reforzar ese sector, ingresando Sebastián Rodríguez y Porras.
En cuanto a chances de gol casi nada. Rampla buscó por arriba más que nada y el bolso en la respuesta dispuso de una oportunidad clara en los pies de Barcia que marró solo.
Con un primer tiempo notable y otro donde administró energías, Nacional ganó en forma merecida y sigue primero en el Uruguayo.