Una vez que concluyó el partido de Nacional e Independiente del Valle con la clasificación de los tricolores a los cuartos de final de la Copa Libertadores se produjeron una serie de incidentes con la policía enfrente a la sede social del club en la calle 8 de octubre.

Un gran número de hinchas tricolores comenzaron a agolparse para festejar el éxito deportivo al punto de llegar a cortar la calle lo que desató un rápido despligue policial para disuadirlos y dispersarlos.

Varios móviles policiales y efectivos de la fuerza de choque se presentaron en el lugar y debieron efectuar varios disparos con balas de goma al aire para que los hinchas se retiraran del lugar, mientras tiraban fuegos de artificio y entonaban cánticos de aliento.

Unos quince minutos después los mismos se fueron trasladando por otras zonas del la Blanqueada pero ya en menor número e intensidad.