“Tengo claro que voy a seguir jugando. Terminé el año jugando y físicamente puedo seguir dándole algo al equipo que llegue y demostrar que todavía puedo ser parte de este fútbol. Con los años uno va perdiendo cosas pero también va ganando otras. Mi idea es seguir”, contó Gonzalo Castro al programa ‘Último al arco’ de Sport 890.
“El tema del futuro lo tengo claro, pero hasta que no haya algo más concreto y oficial prefiero dejarlo ahí tranquilo antes que dar noticias que después no se puedan confirmar”, dijo el ya ex jugador de Nacional sobre su próximo club, sin detallar si será en Uruguay o en el exterior. Según pudo saber FútbolUy, seguirá su carrera en un equipo del medio local.
“Hubo una charla y esperaba que no saliera de ahí”
Respecto al acto de indisciplina del que hoy se cumple un mes, dijo que “más que después del clásico, todo empezó el día en que la información se hizo pública” a través del suplemento ‘Ovación’. “El lunes 14 tuvimos una charla con todo el equipo y ahí se habló. Habló el que tuvo que hablar, el que quiso disculparse y el que quiso dar su opinión. Éramos alrededor de 40 o 50 personas y sabíamos que se podía disparar algo. Se disparó casi todo”, comentó.
“Por suerte no hay detalles de esa conversación, pero todo debió quedar ahí. Alguien dijo que esperaba que eso, por el bien de la institución, no saliera. Uno cuando la lee sabe que no es totalmente cierta y que hay errores importantes. Lo del periodista está bien, hace su trabajo. Pero el que da la información desde adentro del club se esconde, y eso habla de quien da la información para que salga la noticia. Hay un grado de maldad importante”, dijo.
“Empezaron a hacerse mil especulaciones porque se habla de 12 jugadores que estaban de fiesta con tres mujeres. Al no dar nombres, todos tuvimos problemas en nuestras casas. Hay temas de familia en el medio y donde salgan los nombres, esto va a ser mucho más grande. Esto le hace daño al que está ahí adentro y a Nacional”, señaló Castro, sin dejar de reconocer que “hubo un error” del plantel.
“El primer llamado que tuve fue de mi señora. Son temas muy delicados por los que hay que pedir perdón como grupo, porque al no darse los nombres se involucra a todos y algo pasó. Después, qué hizo uno y qué hizo otro, quedó clarísimo el lunes entre los que hablamos. Los problemas de casa tienen que quedar en casa. Me siento responsable por la situación, como deberíamos sentirnos la mayoría. Hay que tener responsabilidad y asumirla”, agregó el Chory.
La no renovación: “Me dijeron que no iban a renovarle a nadie de la burbuja”
Respecto a la no renovación de su contrato, dijo que tenía “una sensación rara” desde antes del episodio que marcó el último mes del año en el club, dado que hasta ese momento nadie le había manifestado desde el club la intención de extenderlo.
“Hasta antes del clásico nadie me insinuó que fuera a renovar o no, por lo que venía con una sensación rara porque algunos compañeros ya estaban renovando desde julio. Pensaba que yo era el próximo. Jugamos el clásico el 13 de diciembre y nadie vino a hablarme de la renovación, por lo que tenía esa duda”, recordó.
“Decurnex y Balbi sabían que yo estaba en Maldonado y tuvimos una charla de unos 45 minutos. Me dijeron que no iban a renovarle a ninguno de los que estuvieron en la burbuja y que no se iban a hacer excepciones. Yo soy un empleado y, estando de acuerdo o no con las decisiones, son ellos los que las toman, por lo que no puedo hacer más nada que acatar la orden”, agregó.
Al borde de las lágrimas
“Hasta el 30 de diciembre no supe si me iban a renovar o no, y seguí entrenando porque era consciente de que se venía una final y tenía que estar en forma. Desde el 30 no he hecho más que jugar al fútbol tenis con mis hijos”, dijo, y recordó que aquella comunicación de parte del club generó reacciones de su esposa y su hermana.
“Mi señora, en 18 años que tengo de carrera, nunca había hecho un comentario sobre mi trabajo. Ella sabe lo que he dado yo por Nacional y a lo que he renunciado. Por ese lado creo que vino ese descargo. Gracias a Dios se demostró que tengo una familia muy unida y en las redes sociales se vio el apoyo de la mayoría de la gente y de ex compañeros”, contó.
“El momento en el que llegué a casa y hablé con mi familia fue muy duro. Después, leer los mensajes de los compañeros, costaba. Y mismo ahora hablando me cuesta. Leí dos o tres mensajes y le dije a mi señora que no iba a seguir leyendo porque no podía más”, dijo al borde de las lágrimas. Luego volvió a quebrarse al valorar los mensajes positivos de los hinchas.
Sobre Juliana, su hermana, aclaró que la decisión de irse de Nacional “es de ella”. “Lo que pasó conmigo seguramente influyó mucho en la decisión que tomó. Capaz que ella también sabe y ve cosas y entendió que la decisión que se estaba tomando no era la correcta. Capaz que tiene otros motivos y ella los puede explicar mejor. Pero está claro que del club también se va una historia del fútbol femenino”, reflexionó.
Por último, aclaró que nunca guardará rencor a Nacional por las personas que tomaron la decisión de no renovar su vínculo. De hecho, cuando le preguntaron si volvería al club si lo llamaran, fue claro: “Sí, porque es el equipo al que yo amo (...) Nacional es otra cosa. Nacional es la gente, los compañeros y la gente que trabaja”.