“Ganamos un clásico cada uno y lo que nos hizo pagar caro fue el reglamento, entre comillas, porque el gol de visitante valió más”, lamentó Alejandro Cappuccio tras el 1-0 de Nacional sobre Peñarol en el Campeón del Siglo, resultado que no evitó la eliminación de la Copa Sudamericana en la instancia de octavos de final.
Su mensaje para los hinchas fue “pedirles las disculpas del caso”. “Hicimos todo lo posible. Nunca se había ganado en este recinto y nuestros jugadores lo lograron. Es lo que hay que valorar de ellos; el orgullo que tengo yo como entrenador y que debe tener la institución por ellos. En cuanto a mí, la tristeza por no haberlo logrado”, añadió.
Consultado por lo que salió bien cotejando lo que hizo el equipo en cancha con su planteamiento, dijo que “al ser un clásico, con tantos duelos y tan cortados, hay muchas cosas de los planes de juego de los entrenadores que no salen”.
“Intentamos crear superioridad numérica 3-2 atrás para salir más cómodos y eso salió muy bien. Pero a veces esas ventajas no se traducían en ventajas para pases de gol. Nos costó mucho, sobre todo en el primer tiempo. En el segundo mejoramos un poco esos aspectos, pero el rival, consciente del resultado, se cerró bien y nos costó mucho entrarle”, analizó.
Respecto a los cambios que hizo y a los que no realizó, fue claro: “Los mismos cambios que hice en el primer clásico del Apertura, que fueron considerados ofensivos y buenos, y se ganó, al otro partido se mantuvieron y fueron considerados conservadores y malos porque se perdió. Generalmente se opina a partir del resultado, entonces cuando uno pierde, siempre pierde; en la opinión y en el resultado”.
Como análisis general de la participación internacional de Nacional en la temporada, recordó el “poco tiempo de trabajo” que tuvo al principio de la Copa Libertadores, “sumado a la cantidad de jugadores que volvieron con covid de Colombia y todo lo que sucedió en Colombia, que después se olvidó”.
“El equipo ganó dos partidos de local y empató uno, y empató ese en Colombia en condiciones totalmente anormales. Jugó frente a equipos muy buenos, que al principio no eran considerados como tales”, concluyó.