Sin Kawhi Leonard por una lesión en la rodilla derecha, Los Ángeles Clippers, peleones e incansables, cayeron este jueves ante los Phoenix Suns en el tercer partido de su serie por 124-129 y perdieron el factor cancha (1-2) por culpa de un Devin Booker arrollador que anotó 45 puntos.
El escolta de los Suns (18 de 29 en tiros además de 7 rebotes) impidió que dieran la campanada unos Clippers liderados por un también impresionante Norman Powell, el elegido para reemplazar a Kawhi y que deslumbró con 42 puntos (15 de 23 en tiros).
Tras el prometedor 1-1 en Phoenix, los Clippers anunciaron horas antes de este tercer partido que Kawhi no podría jugar y que se unía así al lesionado Paul George, que no compite desde mediados de marzo. Sin sus dos estrellas sobre la cancha, el equipo de Tyronn Lue tiró de orgullo, presumió de un férreo espíritu colectivo y contó además con una fantástica versión de Russell Westbrook (30 puntos, 8 rebotes y 11 asistencias).
Sin embargo, la casta del equipo angelino no fue suficiente para tumbar a unos Suns que sufrieron para llevarse el triunfo y en los que Kevin Durant aportó 28 puntos y 6 rebotes. Los locales metieron el 54,2 % de sus tiros de campo pero perdieron 18 balones, no controlaron el rebote (46 por 55) y solo tuvieron un 19 de 25 en tiros libres frente al 35 de 46 de sus rivales.
Como si tuvieran el orgullo herido con Kawhi y George ausentes, los Clippers mordieron en el arranque con Westbrook robando el primer balón a Durant y con un Powell que brilló con 10 puntos sin fallo en el primer cuarto. Muy blandos en defensa y mustios en cada jugada que requiriera un esfuerzo extra, los Suns no dieron, al menos en el comienzo, el golpe en la mesa que muchos esperaban para esta noche.
Pero afortunadamente se encontraron con una versión explosiva de Booker, que lideró a unos tibios Suns con 13 puntos (27-27). Tanto Powell como Booker continuaron con su recital en el segundo periodo. El escolta de los Suns llegó hasta los 21 puntos en el descanso (9 de 15 en tiros) y mejor aún fue la primera mitad de su contraparte en los Clippers, tremendamente acertado con 22 puntos con un excelente 8 de 10 en intentos a canasta.
Phoenix amenazó con despegarse en el marcador con tres triples seguidos de Durant, Chris Paul y Booker (42-50 con 2.25 para el descanso) pero a los Suns les faltó una marcha más -y también voluntad- para romper el partido. Así, los Clippers le echaron ganas para dejar el encuentro prácticamente igualado (51-54) pese a que perdieron 12 balones en la primera mitad.
Los angelinos encontraron en la reanudación a un Westbrook incendiario en el tercer cuarto (15 puntos) para respaldar a un Powell que volvió del vestuario con la misma dinamita con la que cerró la primera parte. Pero, poco a poco y sin excesivo brillo, los Suns, con un Booker que no aflojó para nada su imperial marcha, se distanciaron de unos Clippers que empezaron a acusar la ausencia de sus figuras.
Así, un fabuloso mate de Durant colocó un +13 que era la mayor ventaja de la noche para los Suns hasta ese momento y Booker, con una hábil bandeja, evitó que los Clippers recortaran terreno antes del último cuarto (85-94). Pese a que la diferencia orbitaba en torno a los 10 puntos y que los Suns parecían al mando, los Clippers hicieron gala en el último cuarto de un encomiable espíritu de batalla hasta el último momento.
Así, el conjunto local llegó a colocarse solo 3 puntos abajo con 1.44 por jugarse después de que Deandre Ayton fallara dos tiros libres y Westbrook en cambio metiera dos en la otra canasta. Con el partido prácticamente a cara o cruz, Torrey Craig se sacó de la chistera un gran triple desde la esquina y Booker selló un enorme dos más uno para que los Suns, en un desenlace muy apretado, cantaran victoria ante unos Clippers tremendamente dignos en la derrota.
GOLDEN STATE WARRIORS 114-97 SACRAMENTO KINGS
Sin el sancionado Draymond Green por su pisotón a Domantas Sabonis en el segundo partido, los Golden State Warriors se dieron este jueves un respiro y acortaron diferencias en su serie contra los Sacramento Kings (1-2) gracias a un gran Stephen Curry (114-97).
El genial base lideró a los de Steve Kerr con 36 puntos (12 de 25 en tiros, 6 de 12 en triples) y firmó además algunas jugadas magistrales como una exquisita penetración en el tercer cuarto en la que sorteó rivales hasta conseguir el dos más uno. Curry estuvo respaldado en los locales por Andrew Wiggins con 20 puntos y por un Kevon Looney enorme bajo los aros con 20 rebotes y que además repartió 9 asistencias.
Consciente de que era un partido clave tras perder sus dos encuentros en Sacramento, Golden State, que en la era de Curry nunca había estado con un 2-0 en contra en una serie, tomó las riendas del tercer encuentro desde el principio y ya no las soltó. En cambio, la ofensiva de Sacramento, explosiva e incansable durante toda la temporada, ofreció una versión prácticamente desconocida en su visita a San Francisco.
Así, el equipo de Mike Brown se estrelló desde el triple con un penoso 11 de 46 (23,9 %) y además perdió claramente la batalla por el rebote (59 frente a 70). De'Aaron Fox rozó el triple-doble (26 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias) con un 9 de 22 en tiros (3 de 9 en triples).
Por su parte, Sabonis aportó 15 puntos y 16 rebotes. El cuarto duelo de esta serie entre los Warriors y los Kings se jugará el domingo también en San Francisco (EE.UU.) y ya con Green de vuelta en Golden State.
BROOKLYN NETS 97-102 PHILADELPHIA 76ERS
Los Philadelphia 76ers pusieron un pie y medio en la segunda ronda de los playoffs del Este, al vencer este jueves 102-97 a los Brooklyn Nets y tomar ventaja de 3-0 en la serie, tras un partido vibrante, en el que Joel Embiid recibió una flagrante por patear a Nic Claxton y James Harden fue expulsado por un golpe prohibido a Royce O'Neale.
Ningún equipo ha logrado remontar en las 147 ocasiones en las que iba perdiendo 0-3 una serie de playoffs y los 76ers ya están a una sola victoria de sellar el billete para la segunda ronda, en la que se enfrentarán a uno entre los Boston Celtics y los Atlanta Hawks.
Era un partido de vida o muerte para los Nets y la intensidad fue máxima desde el primer momento, con choques, provocaciones y polémicas. Brooklyn tuvo cinco puntos de ventaja con poco más de dos minutos por jugar en el cuarto período, pero los 76ers, con un gran Tyrese Maxey y un tremendo taponazo final de Embiid, dieron un golpe en la mesa.
Maxey acabó su partido con 25 puntos, diez de 17 en tiros y cinco triples, mientras que Embiid logró ser decisivo pese a tener la segunda peor noche anotadora de su temporada, con catorce puntos. El pívot, considerado como el favorito para llevarse el MVP, firmó un doble doble de catorce puntos y diez rebotes, a los que añadió dos taponazos, en una noche en la que Harden fue expulsado al final del tercer período por dar un codazo en zona testicular a O'Neale. La Barba terminó con 21 puntos, cinco rebotes y cuatro asistencias.
Menos de tres minutos fueron necesarios para que saltaran las primeras chispas, cuando Claxton conectó un gran mate ante Embiid y provocó la caída del pívot camerunés. El jugador de los Nets intentó pasarle por encima, emulando una famosa jugada de Allen Iverson ante Tyronn Lue en 2001, pero Embiid reaccionó intentando golpear con una patada a su rival.
Los árbitros revisaron la jugada y castigaron a Embiid con una flagrante de tipo 1, mientras que pitaron una falta técnica a Claxton por su gesto antideportivo. Se trató de una decisión delicada, tomada apenas dos días después de que Draymond Green fuera sancionado con un partido de suspensión por pisar el pecho de Domantas Sabonis en el Golden State Warriors-Sacramento Kings.
Tras ese tenso comienzo, los 76ers tocaron los trece puntos de ventaja en el 55-42 y llevaban once de margen al descanso, pero un contundente 14-0 de los Nets en el tercer período les permitió recuperar la ventaja.
Con un Mikal Bridges de 26 puntos y un Spencer Dinwiddie de veinte, los Nets saborearon por momentos la idea de reabrir la serie, sobre todo después de la expulsión de Harden segundos antes del cierre del tercer período. Sin la Barba, Maxey tuvo que asumir el rol de organizador de juego, y lo hizo de forma brillante. Acabó conectando un magnífico triple para el 99-96 con 43 segundos por jugar.
Embiid se encargó de un monstruoso taponazo a Dinwiddie y acercó a los 76ers al triunfo. Los Nets, con 97-100 en el luminoso y siete segundos por jugar, tuvieron posesión, pero O'Neale falló al poner el balón en juego y entregó el triunfo a unos 76ers que ya ojean la segunda ronda.