Con Jimmy Butler y Max Strus al mando de las operaciones, los Miami Heat sobrevivieron este viernes en un duelo apasionante de play-in ante los Chicago Bulls y se verán las caras en la primera ronda de los playoffs del Este ante los Milwaukee Bucks, luego de ganar 102-91.

El partido llegó con 89-90 a los últimos tres minutos y ahí los de Florida sentenciaron con un inapelable parcial de 13-1 frente a unos Bulls que se vinieron abajo en el peor momento. Miami se adjudicó así un combate tremendamente físico, de defensas extenuantes, márgenes estrechos y ataques asfixiados.

Strus deslumbró con 31 puntos, 23 de ellos en la primera mitad, y un fantástico 7 de 12 en triples, pero Butler, también con 31 puntos, fue imprescindible y vital para sostener a los Heat en sus peores tramos. DeMar DeRozan (26 puntos) lo dio todo en los Bulls, que echaron en falta al mejor Zach LaVine (15 puntos con 6 de 21 en tiros de campo y 0 de 6 en triples).

Strus fue el gran protagonista de la primera mitad, sensacional con 23 puntos y 6 de 8 en triples para unos Heat que llegaron al intermedio con una ventaja corta pero valiosa en un partido tan apretado (49-44). Ningún conjunto pudo alardear de acierto ofensivo: Miami perdió 8 balones en los dos primeros cuartos y Chicago sufrió desde el perímetro con un 5 de 16 en triples.

Los Bulls regresaron del vestuario con las pilas cargadas, con Vucevic sacando petróleo en la zona y con un LaVine atacando por fin con fiereza el aro. Un parcial de 2-12 permitió a los de Billy Donovan empatar el encuentro y ahí arrancó un toma y daca que duró todo el tercer cuarto y que concluyó con Chicago arriba y con mejores sensaciones tras un dos más uno de DeRozan (67-68).

Los Heat empezaban a fracturarse frente a un DeRozan imponente, un Coby White valiente desde el triple y un Andre Drummond que parecía tener un imán para agarrar los rebotes (75-81 con 8.27 para el final). Sin embargo, frente a DeRozan apareció en el conjunto dirigido por Erik Spoelstra otro especialista en los momentos calientes de los partidos: un Butler que se echó a los Heat a la espalda para dejar el marcador en tablas con solo cinco minutos por disputarse (85-85).

Parecía que el encuentro se decidiría en los últimos segundos a cara o cruz pero los Bulls se quedaron sin gasolina en los últimos tres minutos y Butler y Strus cerraron con enorme solvencia el pase a los 'playoff' de los Heat.

Más acción

El dominicano Karl-Anthony Towns abrió este viernes el camino a los Minnesota Timberwolves, que arrasaron a los Oklahoma City Thunder en el último partido del play-in del Oeste (120-95) y que se enfrentarán en los playoff a los Denver Nuggets.

Towns se lució con 28 puntos (11 de 16 en tiros de campo) y 11 rebotes para los Wolves (octavos del Oeste) mientras que Anthony Edwards, que contra Los Angeles Lakers (séptimos) había firmado una actuación pésima (9 puntos con 3 de 17 en tiros), se desquitó con 19 puntos (8 de 19), 10 rebotes y 6 asistencias.

Los jóvenes y meritorios Thunder (décimos) no pudieron con el poderío en la pintura de los Wolves (58 de sus 120 puntos en el interior). Minesota dejó además atrás sus convulsos últimos días por el puñetazo del francés Rudy Gobert a su compañero Kyle Anderson durante un tiempo muerto en el desenlace de la temporada regular y por haber desperdiciado un +15 en el tercer cuarto ante los Lakers.

Gobert, que no jugó ante los Lakers por estar suspendido, también se reivindicó este viernes con 21 puntos y 10 rebotes. Shai Gilgeous-Alexander fue el máximo anotador de Oklahoma con 22 puntos pero sufrió mucho en la puntería (5 de 19 en tiros de campo aunque 12 de 12 desde la línea de personal). Tampoco tuvo su día Josh Giddey, con una triste actuación de 6 puntos y 5 rebotes (2 de 13 en tiros).

Minesota destacó no solo por su sólido rendimiento colectivo (seis jugadores por encima de los 10 puntos) sino también por una defensa muy compacta que frenó a estos Thunder que han sido una de las sorpresas de la temporada en la NBA y que se quedaron esta noche en un 36 % de acierto en tiros (51,8 % de sus rivales).

Los Wolves se adjudicaron el primer cuarto (24-23) pese a que solo metieron uno de siete en triples mientras que a los Thunder les inquietó la segunda falta de Gilgeous-Alexander antes de empezar el segundo periodo. Towns comenzó a marcar diferencias en el interior ante unos Thunder sin respuestas a su contundencia y un triple de Anderson colocó el +11 para los locales.

El novato Jalen Williams sujetaba a unos Thunder demasiado endebles en defensa y los Wolves, pese a que dominaban el marcador con claridad, no supieron romper el partido antes del descanso (57-47). En la reanudación, un codazo involuntario y en la cara de Gobert a Gilgeous-Alexander envió al talentoso base al banquillo, donde vio, con secuelas en el rostro, cómo los Wolves extendieron su dominio a +15.

Towns sacó el martillo de nuevo en la zona y Edwards exhibió su versatilidad anotadora en Minesota desde el triple o atacando el aro. Gilgeous-Alexander volvió al partido y mantuvo a su equipo con un hilo vida sacando una y otra vez faltas en sus penetraciones a canasta, pero aun así los Wolves encararon el cuarto definitivo con una cómoda ventaja de 17 puntos (95-78).

A partir de ahí la distancia no hizo más que crecer para unos Wolves que además probaron con acierto una defensa en zona en el último cuarto. En cualquier caso, un triple de Anderson puso el +26 con menos de nueve minutos por jugarse y un alley-oop de Towns culminado por Gobert amplió el margen a 29 puntos con solo ocho minutos para el final, un margen insalvable para unos Thunder que tiraron la toalla.