Con un impresionante recital desde el triple, los Milwaukee Bucks fundieron este martes a los New York Knicks por 146-122 y se clasificaron para las semifinales del NBA In-Season Tournament, en el que el jueves se enfrentarán a los Indiana Pacers en Las Vegas,

Los de Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard se mantienen invictos en este nuevo torneo (igual que los Pacers) y esta noche destrozaron a los Knicks con un espectacular 23 de 38 desde la línea de tres. La clase magistral en ataque de los Bucks tuvo un mérito especial no solo por ser en unos cuartos de final a partido único sino también porque enfrente tenían al equipo que menos puntos permite a su rival esta temporada en la NBA (105,5 antes del encuentro de hoy).

Lillard (28 puntos y 7 asistencias con 5 triples) también brilló para unos Bucks con actuaciones destacadas de Malik Beasley (18 puntos con 6 triples) y Khris Middleton (14 puntos y 7 asistencias). En los Knicks, con un pobre 7 de 23 en triples de todo el equipo, Julius Randle firmó un sensacional partido con 41 puntos (14 de 19 en tiros) mientras que Jalen Brunson y RJ Barrett aportaron 24 y 23 puntos, respectivamente.

La presentación de los Knicks en Milwaukee fue seria y sólida: Randle y Barrett atacaron en el interior, Brunson sacó a relucir las carencias de la defensa exterior de Milwaukee y todo el conjunto tuvo claro que en la transición y los balones divididos iba a estar gran parte de la noche (15-18 con 4.58 en el reloj).

Antetokounmpo se multiplicó en el primer periodo con 13 puntos, pero en los Bucks apareció un invitado inesperado con un gran rendimiento: AJ Green, excelente con un 3 de 3 en triples que dio mucho oxígeno a su conjunto (37-35). El choque de estilos continuó en el segundo periodo, especialmente en cuanto a los triples. Los Knicks se olvidaron de la amenaza exterior en la primera mitad (3 de 10) mientras que los Bucks soltaron artillería pesada con un fantástico 12 de 17 desde el perímetro al descanso.

Lillard, con 14 puntos y tres triples en el segundo cuarto, fue protagonista en esa exhibición de tiro de los Bucks, pero los Knicks se refugiaron en Randle, formidable con 25 puntos en la primera mitad y una hoja de servicios inmaculada: 9 de 9 en tiros de campo y 6 de 6 desde la línea de personal.

Las diferencias, en cualquier caso, fueron muy reducidas antes del intermedio, con un 75-72 favorable a Milwaukee camino del vestuario. Los Knicks habían sido muy competitivos, pero su defensa seguramente desesperó a Tom Thibodeau, ya que esos 75 puntos encajados eran la mayor cantidad permitida por los neoyorquinos en una mitad en lo que va de temporada.

El camino a Las Vegas pasaba por mejorar su defensa, pero eso no llegó en el tercer cuarto y además el ataque visitante se atascó a pesar de un Randle que seguía intratable. En cambio, la ofensiva de los Bucks seguía absolutamente engrasada y los locales dieron un sonoro golpe en la mesa en la reanudación con un parcial de 37-24 y una máxima que llegó hasta el +18.

Antetokounmpo, con 13 puntos en ese periodo y jugadas espectaculares como un alley-oop servido por Khris Middleton, catapultó a unos Bucks que siguieron torturando a los neoyorquinos desde el perímetro. El abultado 112-96 antes del último periodo dejó además una estadística histórica a la vez que preocupante para los Knicks, ya que desde 1962 no habían concedido 37 o más puntos en cada uno de los tres primeros cuartos.

Hubo un pequeño intento de réplica en el arranque de los últimos doce minutos, con los Knicks más atentos en la presión y los ajustes defensivos. Pero la diferencia nunca bajó de los 10 puntos y los Bucks, apoyados en un par de triples de Beasley para espantar cualquier inquietud, se sacaron el billete a la ciudad del juego.